Las vacaciones veraniegas, en Lunfardo.

Las vacaciones veraniegas, en Lunfardo.

enero 18, 2018 0 Por archivol
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Las tan ansiadas y entrañables vacaciones veraniegas, constituyen también, un tema digno de la merecida consideración, mención y recreación, por parte de la musa lunfardesca, la cual, le canta, de un modo especial y afectuoso, a este período de apacible descanso, que mucha gente aguarda, llena de inquietud, claras y profundas esperanzas, y palpitantes ilusiones futuras. Las vacaciones veraniegas, con su manso y hondo sosiego, su particular colorido, sus bellos y pintorescos paisajes, sus gratos sabores y, sus deliciosos aires estivales… Las vacaciones veraniegas, con  sus singulares vivencias, sus mejores instantes, y sus imborrables recuerdos… Las vacaciones veraniegas, luego de haber transitado, un año arduo y laborioso, con múltiples tareas, esfuerzos, problemáticas, contratiempos y adversidades. Las vacaciones veraniegas, para hacer un alto, en la huella, de la actividad, el trabajo y, la firme y tesonera lucha de cada nuevo día… Las vacaciones veraniegas, para recobrar fuerzas vitales y la mayor energía, que nos permita enfrentar y desafiar, las horas y jornadas del futuro.

Las vacaciones, por Carlos Armando Costanzo, fundador y director-organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Por el lorca furioso del verano, que te copa el bulín y que te mata, que te deja, forfai, en una pata, y te morfa el laburo cotidiano; por el lorca feroz, de cayetano, como libre garifa, ñandú o rata, me rajé, velozmente, a Mar del Plata, en un bondi cachuzo – flor de afano…-. Después vino, la vida muy canchera: Minas chupi, la playa canfinflera, el casino bacán, la distracción… Pero al fin, triste y rasca, igual que un rope, me volví a mi cotorro, sin un sope, y me traje, una gran insolación. Varios yornos, de farras, a montones, en la arena chipola, junto al mar… Memorables y postas vacaciones, que este otario, jamás ha de olvidar.