El 25 de Mayo de 1810: La primera celebración chivilcoyana, en 1856.

IMG_20160520_112515El 25 de mayo de 1856, se llevaron a cabo, aquí, en nuestra ciudad de Chivilcoy, fundada, hacía muy breve tiempo, el 22 de octubre de 1854, los primeros festejos conmemorativos, del histórico y glorioso 25 de Mayo de 1810. En la mañana de ese día, se efectuó una reunión de vecinos, en el domicilio particular de Don Miguel Calderón, y desde allí, hubo de partir un desfile de escolares, con blancos guardapolvos – un dato curioso y llamativo, para la época -, que se hallaba encabezado por el niño Bataglini. Después, dicha procesión, se detuvo ante la primitiva capilla, y posteriormente, se dirigió a la casa del entonces Juez de Paz del distrito, Don Federico Soarez, donde un niño de 12 años, llamado Atanasio Ceballos, hubo de pronunciar una sentida y bella oración, de carácter patriótico. En horas de la noche, se realizó un encuentro, en el domicilio de Don Federico Soarez, concurriendo el comandante de la frontera del Centro, con asiento en la vecina ciudad de Bragado, el coronel Díaz. Para cerrar los festejos cívicos, el 27 de mayo, se encendieron, atrayentes fuegos artificiales, que por vez primera, hubieron de iluminar, en medio de la verde y fértil llanura, nuestro claro y límpido cielo chivilcoyano.

El 25 de Mayo de 1810: La primera celebración chivilcoyana, en 1856.

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IMG_20160524_104857El 25 de mayo de 1856, se llevaron a cabo, aquí, en nuestra ciudad de Chivilcoy, fundada, hacía muy breve tiempo, el 22 de octubre de 1854, los primeros festejos conmemorativos, del histórico y glorioso 25 de Mayo de 1810. En la mañana de ese día, se efectuó una reunión de vecinos, en el domicilio particular de Don Miguel Calderón, y desde allí, hubo de partir un desfile de escolares, con blancos guardapolvos – un dato curioso y llamativo, para la época -, que se hallaba encabezado por el niño Bataglini. Después, dicha procesión, se detuvo ante la primitiva capilla, y posteriormente, se dirigió a la casa del entonces Juez de Paz del distrito, Don Federico Soarez, donde un niño de 12 años, llamado Atanasio Ceballos, hubo de pronunciar una sentida y bella oración, de carácter patriótico. En horas de la noche, se realizó un encuentro, en el domicilio de Don Federico Soarez, concurriendo el comandante de la frontera del Centro, con asiento en la vecina ciudad de Bragado, el coronel Díaz. Para cerrar los festejos cívicos, el 27 de mayo, se encendieron, atrayentes fuegos artificiales, que por vez primera, hubieron de iluminar, en medio de la verde y fértil llanura, nuestro claro y límpido cielo chivilcoyano.