7 de Noviembre: Día del Canillita. El recuerdo de Don Roque I. Califa y del Hogar del Canillita

7 de Noviembre: Día del Canillita. El recuerdo de Don Roque I. Califa y del Hogar del Canillita

noviembre 7, 2018 0 Por archivol
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Cada 7 de noviembre, se conmemora el “Día del Canillita”, una fecha establecida en recordación y homenaje, a la destacada figura, del talentoso y notable dramaturgo y periodista uruguayo, Florencio Sánchez, quien en una de sus piezas escénicas, estrenada en 1902, le cantó al humilde y laborioso, niño canillita, callejero; creando asimismo, dicho término o vocablo, que identifica, desde entonces, a los vendedores de diarios. Florencio Sánchez, falleció en Milán (Italia), a la temprana edad de 35 años, el 7 de noviembre de 1910. Había nacido en Montevideo, el 17 de enero de 1875, y de sus célebres y popularizadas obras teatrales, que enaltecieron y enriquecieron nuestra literatura dramática, mencionaremos, ahora: “Barranca abajo”, “M’ hijo el dotor”, “Los muertos”, “En familia”, “La gringa”, “La tigra”, “El conventillo”, “El desalojo”, “Nuestros hijos”, “La pobre gente”, “Marta Gruni”, “Los curdas”, “Nuestros hijos”, “El pasado”, “Cédulas de San Juan”, “Moneda falsa”, “El pasado”, “los derechos de la salud”, etc.

 El diariero, Don Roque Ignacio Califa, un aleccionador y hermoso ejemplo, de trabajo, perseverancia y honradez.

En el “Día del Canillita”, de un modo digno y totalmente merecido, resaltamos el nombre y la trayectoria, de Don Roque Ignacio Califa, un vendedor y distribuidor de diarios y revistas, con un firme y prolongado camino transitado, de gran laboriosidad, esfuerzo, luchas y múltiples sacrificios, y un cabal y admirable modelo, de trabajo, constancia y honestidad. Nacido en 1915, había cursado, sus estudios elementales o primarios, en la Escuela Nro. 33 “Dr. José León Suárez”, de nuestra ciudad, y en la Escuela Nro. 25 “General Martín Miguel de Güemes”, de la localidad rural de Benítez; y el 11 de noviembre de 1945, comenzó su ardua e infatigable tarea, en el campo de la venta y la distribución periodísticas, manteniéndose así, de esa manera, siempre fiel a la actividad realizada, a través y a lo largo de toda su laboriosa existencia. Una misma bicicleta, lo acompañó, desde los inicios, durante sus permanentes travesías y recorridos, por las calles de nuestra ciudad. Fallecido, hace ya, algunos años, el 22 de octubre de 1995, bajo la administración municipal del Dr. Jorge Adalberto Juancorena, fue declarado, legítima y honrosamente, “Ciudadano Ilustre” de Chivilcoy. Sin dudas, un auténtico y verdadero símbolo o emblema, de los canillitas chivilcoyanos, y un aleccionador y hermoso ejemplo moral, de trabajo, empeño y honradez.

El Hogar de Día del Canillita

En esta evocación, del 7 de noviembre, no podemos olvidar ni soslayar, el Hogar de Día del Canillita, una valiosa y ponderable obra, de bien público, que nació como una feliz iniciativa, de su fundador, organizador y conductor, Horacio Ferrari, quien hubo de crearlo, el 29 de marzo de 1994. Su primera sede, funcionó sobre la calle Las Heras Nro. 183, luego, se trasladó a un local, de la calle Río Juramento Nro. 436; con posterioridad, se instaló en la calle Pinto, y finalmente, en un inmueble, sobre la calle San Martín. Ofreció numerosos desayunos y almuerzos, a distintos adolescentes y jóvenes, vendedores de diarios, y asimismo, desarrolló diversas labores, de índole productiva. Nuestro cálido y emocionado recuerdo, para el señor Horacio Ferrari, nacido en 1941, y desaparecido en el año 2013; genuino y singular artífice hacedor, dinámico y activo propulsor y, verdadero “alma mater”, del Hogar de Día del Canillita, que cerró, finalmente, las puertas, tras su fallecimiento.

Canillita, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.

CANILLITA, te nombro, en este día, y valoro tu lucha y tu trabajo, mientras haces, tu larga recorrida, con montones de sueños y de diarios. Portavoz y pregón de la noticia, yo conozco tu esfuerzo cotidiano; la humildad y pobreza de tu vida, tu modesta labor y tu cansancio… Transeúnte, de todas las jornadas, con vigor, entusiasmo y muchas ganas, vas llevando tu luz informativa… Y al cruzar por calles de mi pueblo, yo te nombro y saludo, en estos versos, noble y fiel corazón de canillita.