El diario «La Tarde», que salió a luz, el 2 de enero de 1923, y tuvo una breve existencia periodística. Aquí , rescatamos, seguramente, el único ejemplar que hoy, se conserva…
El 2 de enero de 1923, hubo de registrarse, la auspiciosa aparición gráfica, del diario “La Tarde”, una publicación que, contó con la redacción y la respectiva dirección, del avezado y distinguido periodista lugareño, Juan Guidobono Bianchi. La correspondiente administración, de este órgano informativo, se encontraba ubicada, en la calle Rivadavia 41, y el número de la Unión Telefónica, era el 98. El diario “La Tarde”, se editaba en los talleres, de la imprenta, de Don Eliseo Varias, ubicados en la intersección de las calles Pellegrini y Rivadavia, donde con anterioridad, en 1920, hubo de confeccionarse, el periódico “La Actualidad”, dirigido por el notable y prestigioso escritor, poeta, periodista, conferenciante y docente, profesor Don Jesús García de Diego (1877 – 1961). En el número 2, del 3 de enero de 1923, nos informamos, acerca de las obras de reconstrucción del macadam (pavimento de piedra machacada y aglomerada por un rodillo compresor), de la avenida Mitre, durante la gestión municipal de la época, a cargo del intendente, Don Enrique Gerónimo Taramasco, quien gobernó, nuestra ciudad, como jefe de la comuna desde el 11 de julio de 1922 hasta el 1 de enero de 1924. También, el diario “La Tarde”, ponía en conocimiento de los lectores, la exitosa realización de las “Grandes Fiestas Españolas” – las clásicas y tradicionales romerías y kermeses -, en las instalaciones del romántico e inolvidable Prado Español, de la Asociación Española de Socorros Mutuos, el cual, se había inaugurado, el 25 de enero de 1920. El programa de dichas fiestas hispanas, comprendía: Dianas y retretas, por la banda de música; rondallas de gaitas y dulzainas; el tren de circunvalación; las carreras de embolsados; hamacas; tiro al blanco; conciertos, bailes y fuegos artificiales. El diario “La Tarde”, de una breve, pero fructífera existencia, cesó en sus entregas, poco tiempo después, perdurando aún, su nombre, y algunos curiosos ejemplares periodísticos sueltos, en el amplio y rico historial, de nuestra prensa chivilcoyana.
