Asunción como comisionado municipal de Chivilcoy, de Don Carlos Cánepa, el 15 de mayo de 1940.

Asunción como comisionado municipal de Chivilcoy, de Don Carlos Cánepa, el 15 de mayo de 1940.

mayo 15, 2019 0 Por archivol
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El caracterizado y respetable, empresario y hombre público chivilcoyano, Don Carlos Cánepa, ex comisionado municipal de Chivilcoy, entre el mes de mayo de 1940 y abril de 1941. Falleció en nuestra ciudad, el 7 de junio de 1977.

La página evocativa de la fecha, la dedicaremos a la recordación, del acto de asunción, como nuevo comisionado municipal, de nuestra ciudad, del conocido y destacado vecino local, Don Carlos Cánepa, quien a raíz, de la intervención federal , de la provincia de Buenos Aires, se hizo cargo, del departamento ejecutivo de la comuna, el miércoles 15 de mayo de 1940; reemplazando, al entonces intendente, Don Generoso Fernando Falivene, el cual, regía los destinos institucionales de Chivilcoy, desde el 20 de febrero de 1938. Don Carlos Cánepa, tuvo así,  a su cargo, la administración del municipio, a través de una gestión, que se distinguió por su absoluta austeridad, corrección, honestidad y transparencia, hasta el 15 de abril de 1941, cuando lo substituyó, en calidad de comisionado interino, el farmacéutico, Don Alejandro Guastella, secretario de la comuna, quien unos días más tarde, el 24 de abril, hubo de entregar, la conducción de la comuna, al futuro comisionado municipal, Don Luis Baillo; el cual, ejerció sus funciones, hasta el 30 de mayo de 1942. En esa fecha, hubo de asumir, como intendente municipal de Chivilcoy, el respetable y prestigioso abogado, docente y hombre público, Dr. Dardo Ibáñez Bustos, electo en los correspondientes comicios, del mes de abril, de aquel año.

La crónica periodística, del jueves 16 de mayo de 1940, en primera plana informativa, señalaba: “Tomó posesión de su cargo, el comisionado municipal señor Carlos Cánepa. La ceremonia, realizada ayer, a las 15 y 30 horas, en el despacho de la Intendencia, fue presenciada por una extraordinaria cantidad de personas”. Luego, la noticia, nos decía: “Dando cumplimiento al decreto del Interventor Federal de la Provincia, y de conformidad con lo que se anunciara  poco de conocida esa designación, a fines de la pasada semana, ayer a la tarde, se realizó en el Palacio Municipal, la ceremonia de toma de la toma de posesión del gobierno de la comuna, por parte del comisionado municipal señor Carlos Cánepa. El acto, pese a que se rodeó de un marco sencillo, contó con la presencia de una extraordinaria concurrencia, de tal suerte, que rebozaba el despacho del intendente – donde el mismo se realizó -, la secretaría, sub- secretaría, hall y pasillos adyacentes a las dependencias de la intendencia, siendo muchas las personas que tuvieron que quedarse en la calle, en la imposibilidad material de penetrar en ellas. Entre la concurrencia, figuraban conocidos dirigentes del comité local de la Unión Cívica Radical, las autoridades del Centro Comercial e Industrial de Chivilcoy, amigos personales del nuevo comisionado, correligionarios, comerciantes y algunos forasteros”. En su discurso inaugural, Don Carlos Cánepa, manifestaba: “Estoy aquí, señores, dispuesto a no escatimar esfuerzo  ni sacrificios, para el mejor éxito de la ardua tarea a realizar. Ustedes dirán después, si he sido o no consecuente con los propósitos que me animan, y si he sabido o no cumplir con mi deber. Cuento, para ello, con la buena voluntad y la colaboración del culto vecindario de Chivilcoy, cuyos más altos exponentes de la banca, el comercio, la industria, la intelectualidad y el trabajo, veo aquí representados, con íntima satisfacción. Cuento también con la cooperación de la prensa serena y ecuánime y, sobre todo, de mis amigos, cuya simpatía y estímulo recojo en estos instantes, para retemplar mis energías, desde hoy al servicio exclusivo de mis conciudadanos, sin prevenciones de ninguna naturaleza”.

Perteneciente a una antigua y tradicional familia lugareña, Don Carlos Cánepa, a lo largo de una existencia  tenaz y laboriosa, se caracterizó por su espíritu pujante y ejecutivo, su temple férreo y vigoroso, sus bien arraigados valores y principios morales y, su rectitud, sinceridad y honradez de conducta. Fue uno de los herederos y propietarios, de la industria harinera “Molinos Cánepa Hermanos”, fundada el 16 de septiembre de 1887, y en dicha actividad, supo desplegar una titánica y singular tarea diaria, con un claro sentido realizador, múltiples proyectos e inquietudes y, los mejores sueños y anhelos de crecimiento y progreso. Falleció en Chivilcoy, el 7 de junio de 1977.