Don Enrique Gerónimo Taramasco, ex intendente municipal de Chivilcoy, desde 1922, hasta 1924, y entre 1926 y 1927.
El 11 de julio de 1922, hubo de asumir, en calidad de intendente municipal de Chivilcoy, Don Enrique Gerónimo Taramasco, en reemplazo del Dr. Alejandro Osvaldo Suárez (En ese período, había sido comisionado de la comuna, el farmacéutico Don Fidel Florán, entre el 5 de abril y el 4 de mayo de 1922); desarrollando una muy correcta y honrada gestión de gobierno, hasta el 1 de enero de 1924, cuando entregó el Departamento Ejecutivo del municipio, a Don Sebastián M. Berrondo. De origen porteño, Don Enrique G. Taramasco, había nacido en Buenos Aires, y hacia el año 1909, se radicó en nuestra ciudad, abriendo las puertas de un comercio, de ramos generales, y destacándose así, en la faz mercantil, por sus condiciones y virtudes personales. Fue consejero escolar, miembro integrante, de la comisión administradora del Hospital Municipal, y componente, de la comisión directiva, del club Deportivo Pellegrini. El 26 de julio de 1926, asumió otra vez, como jefe de la comuna, tras la renuncia del entonces intendente municipal, Don José Schiaffino, y rigió los destinos de Chivilcoy, hasta el 31 de diciembre de 1927; tomando posesión del cargo, de intendente, el 1 de enero de 1928, Don Juan Manuel Oteiza, electo en los comicios del 27 de noviembre de 1927. Durante la administración de Don Enrique Gerónimo Taramasco, hubo de inaugurarse el puente “La Salada”, ubicado sobre el camino, entre nuestra ciudad, y la localidad rural de Ramón Biaus, y además, visitó Chivilcoy, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Dr. José Luis Cantilo, quien procedió a inaugurar, la Exposición Regional de Fomento Agrícola. También, Don Enrique G. Taramasco, acompañado por el secretario de Gobierno, de la comuna, el farmacéutico Don Alejandro Guastella, efectuó las respectivas gestiones, para la construcción en Chivilcoy, de las obras sanitarias y los servicios cloacales; como asimismo, del primer pavimento asfáltico, en las calles de la planta urbana, a fin de reemplazar el viejo empedrado, de comienzos del siglo XX, realizado durante la administración municipal, de Don Vicente Domingo Loveira.
