Debut de la Orquesta de Cámara de Chivilcoy

La Orquesta de Cámara, en el Cine-Teatro Metropol, el 25 de mayo de 1964. La dirección, estuvo a cargo del Prof. Pascual Antonio Grisolía, y fue solista, en piano, el Prof. Rubén Oscar Fortunato.El 29 de abril de 1962, en el salón de actos, del Palacio Municipal, se registró la primera presentación pública o el brillante debut, de la Orquesta de Cámara, de Chivilcoy; una singular y admirable creación del notable músico, compositor y docente, profesor Pascual Antonio Grisolía (1904 – 1983), y un verdadero milagro artístico, en la historia cultural de nuestra ciudad. El profesor Grisolía, fundador del Conservatorio de Música “Alberto Williams”, creado el 4 de junio de 1957, e inaugurado el 11 de marzo de 1958, y ex director de dicho establecimiento educativo, entre los años 1961 y 1967, concibió la ponderable iniciativa, de constituir una agrupación sinfónica, aquí, en nuestra ciudad, y así, merced a su espíritu emprendedor, su talento y su fibra organizadora, surgió la Orquesta de Cámara; la cual, realizó una función privada inicial, a fines del año 1961, en el salón de la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”. Leer más…

Debut de la Orquesta de Cámara de Chivilcoy

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La Orquesta de Cámara, en el Cine-Teatro Metropol, el 25 de mayo de 1964. La dirección, estuvo a cargo del Prof. Pascual Antonio Grisolía, y fue solista, en piano, el Prof. Rubén Oscar Fortunato.El 29 de abril de 1962, en el salón de actos, del Palacio Municipal, se registró la primera presentación pública o el brillante debut, de la Orquesta de Cámara, de Chivilcoy; una singular y admirable creación del notable músico, compositor y docente, profesor Pascual Antonio Grisolía (1904 – 1983), y un verdadero milagro artístico, en la historia cultural de nuestra ciudad. El profesor Grisolía, fundador del Conservatorio de Música “Alberto Williams”, creado el 4 de junio de 1957, e inaugurado el 11 de marzo de 1958, y ex director de dicho establecimiento educativo, entre los años 1961 y 1967, concibió la ponderable iniciativa, de constituir una agrupación sinfónica, aquí, en nuestra ciudad, y así, merced a su espíritu emprendedor, su talento y su fibra organizadora, surgió la Orquesta de Cámara; la cual, realizó una función privada inicial, a fines del año 1961, en el salón de la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”. Dicha Orquesta, llegó a contar con unos veinticinco diestros ejecutantes, la mayor parte, chivilcoyanos; sumándose al conjunto, unos pocos músicos, provenientes de Buenos Aires. Desde sus comienzos, hasta 1968, ejerció la dirección de la Orquesta, el profesor Pascual Antonio Grisolía; entre 1969 y 1970, la condujo, el violinista y docente, profesor Ramón Ros (1892 – 1978), y desde esa fecha, hasta 1973, el pianista y docente, profesor Rubén Oscar Fortunato. La última actuación, de  la Orquesta de Cámara, se produjo el 9 de diciembre de 1973, ofreciendo un concierto, en la Escuela Normal. El citado conjunto, abordó un amplio y significativo repertorio, de real y alta jerarquía, con obras de diversos autores argentinos, y célebres compositores universales. Fueron solistas del conjunto, en distintas oportunidades, el profesor Ramón Ros, el profesor Rubén Oscar Fortunato, la pianista y docente, profesora María del Valle Gardella, el trompetista Rubén M. Pepe, el clarinetista Eduardo A. Fortunato y, la pianista y docente, profesora Nora Sánchez. La Orquesta, a lo largo de once años, de una firme y fecunda trayectoria, brindó un buen número, de aplaudidos y memorables conciertos, en nuestra ciudad, y en algunas localidades vecinas, como Alberti, Bragado y Chacabuco. Sin duda alguna, una auténtica y gloriosa hazaña y, un gran milagro irrepetible, en los anales de la música, el arte y la cultura de Chivilcoy.

Al profesor Pascual Antonio Grisolía, soneto de Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y del Salón del Periodismo Chivilcoyano.

Hoy recuerdo al maestro Grisolía, con su impulso tenaz y laborioso, su talento genuino y fervoroso, su especial dinamismo y su energía. Corazón de compás y melodía, brega, esfuerzo, trabajo tan valioso, y un espíritu siempre generoso, que era azul partitura y armonía. Hoy recuerdo su fibra educadora, su profunda pasión realizadora, su experiencia orquestal, su diestra mano… Y resalto, de un modo perdurable, su gran obra y su aporte inolvidable, al quehacer musical chivilcoyano.