EL SONETO REFLEXIVO
AL IGUAL QUE LOS ÁRBOLES…
Olvidémonos, para siempre, de las apariencias, embaucadoras y engañosas, las mentidas y vacíasimágenes, los frívolos y superfluos aspectos exteriores, las rimbombantes y vanas palabras, las simples fachadas y el mero maquillaje, los rutilantes espejitos de colores y, el artificioso e inútil cartón pintado… Recordemos, por un instante, las sabias enseñanzas de Jesucristo, en las profundas y maravillosas páginas del Evangelio: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros, con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos, los conoceréis. Acaso, se recogen uvas de los espinos, o higos de las zarzas. Todo árbol bueno, da frutos buenos, y todo árbol malo, da frutos malos”. Jesucristo nos ofrece, una regla única y un método, totalmente certero e infalible, para calificar, sin equivocarnos, a cada una de las personas: “Los Hombres, al igual que los árboles, se conocen y aprecian, por sus propios frutos”. Prediquemos y sembremos, con la lección del buen ejemplo y, la expresiva manifestación, de nuestra conducta y de nuestras nobles y positivas obras, porque, en todo momento y circunstancia, frente a Dios y a sus semejantes, “los Hombres, se conocen por sus frutos”. En este mundo y en la Vida, cosechamos, simplemente, lo que hemos sembrado…
AL igual que los árboles, nacemos,
al igual que los árboles, morimos.
Bajo un cielo de pájaros, crecemos,
y el paisaje del mundo, descubrimos.
A lo largo del tiempo, florecemos,
el amor o el dolor, siempre sentimos;
un camino de sueños, recorremos,
y una clara misión, también cumplimos…
Allí estamos, luchando en forma diaria,
con la firme entereza necesaria,
el impulso y la fe, nunca perdida…
Y al igual que los árboles, la gente,
llegará a conocernos, totalmente,
por los frutos, que ha dado nuestra Vida.
CARLOS ARMANDO COSTANZO
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.
Los versos, del presente soneto, de Carlos Armando Costanzo, han sido musicalizados, por el muy caracterizado y prestigioso médico cardiólogo y pianista, Dr. José María Eliceiri, autor de la armoniosa y bella melodía, que brindamos, ahora, a todos ustedes, como un elocuente y cabal testimonio, de la talentosa y fina creatividad, de este reconocido profesional, de la salud chivilcoyana.