El 28 de mayo de 2003, falleció en nuestra ciudad, uno de sus más conocidos y popularizados personajes, quien supo conquistarse, de un modo auténtico y sincero, el espontáneo y especial cariño de todo nuestro vecindario chivilcoyano: Bartolomé Navaridas, “Bartolo”. Había nacido en 1917, y a lo largo y a través de muchas décadas, de un puntual y permanente recorrido, transitó las calles, las esquinas, las plazas y, los más diversos rincones geográficos del paisaje ciudadano. Con su clásica bolsa, su corneta y todo su bagaje de ingenuidad infantil, emociones y alegría, fue regalándole a la gente, su franca y tierna sonrisa, su gesto pícaro y travieso y, su aspecto inconfundible. Venciendo al tiempo y el gris olvido, Bartolomé Navaridas, “Bartolo”, se incorporó y está ahora, bien presente, en la curiosa y atrayente galería de personajes callejeros, de la historia vecinal y cotidiana, de Chivilcoy; una historia que, siempre lo recordará. Leer más… |
Fallecimiento de “Bartolo”, un popular personaje de Chivilcoy.
Fallecimiento de «Bartolo», un popular personaje de Chivilcoy.
El 28 de mayo de 2003, falleció en nuestra ciudad, uno de sus más conocidos y popularizados personajes, quien supo conquistarse, de un modo auténtico y sincero, el espontáneo y especial cariño de todo nuestro vecindario chivilcoyano: Bartolomé Navaridas, “Bartolo”. Había nacido en 1917, y a lo largo y a través de muchas décadas, de un puntual y permanente recorrido, transitó las calles, las esquinas, las plazas y, los más diversos rincones geográficos del paisaje ciudadano. Con su clásica bolsa, su corneta y todo su bagaje de ingenuidad infantil, emociones y alegría, fue regalándole a la gente, su franca y tierna sonrisa, su gesto pícaro y travieso y, su aspecto inconfundible. Venciendo al tiempo y el gris olvido, Bartolomé Navaridas, “Bartolo”, se incorporó y está ahora, bien presente, en la curiosa y atrayente galería de personajes callejeros, de la historia vecinal y cotidiana, de Chivilcoy; una historia que, siempre lo recordará…
A Bartolo, soneto de Carlos Armando Costanzo
Pintoresco y curioso personaje, de profunda raíz chivilcoyana, que fue parte del pueblo y el paisaje, y un retazo de vida ciudadana. Lo recuerdo, muy cerca, con su traje, su amplia bolsa, su risa fresca y sana, su bastón y su gorra – fiel bagaje -, su ilusión y su dicha cotidiana. Peculiar hombrecillo de historieta, lo recuerdo feliz, con su corneta, su alma niña y su andar infatigable… Y detrás de la muerte, triste y dura, quedará por las calles, la ternura, de su típica imagen imborrable.