Fallecimiento del dirigente político, Don Carlos Ceballos, ex intendente municipal de Chivilcoy (1895)

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El dirigente político y caudillo lugareño, Don Carlos Ceballos, nacido en 1842, y fallecido en 1895, quien fuera intendente municipal de Chivilcoy, entre 1888 y 1891, y senador provincial, desde 1888 hasta su muerte. Una de las principales avenidas de Chivilcoy, lo recuerda.El 26 de octubre de 1895, falleció en nuestra ciudad, el caracterizado y prestigioso dirigente político, genuino caudillo lugareño, y ex intendente municipal de Chivilcoy, Don Carlos Ceballos, toda una personalidad, de gravitación, valía y relevancia, en la vida y el quehacer, de la vida pública chivilcoyana. Hombre de un temple vigoroso, gran impulso constructivo, hondos anhelos de progreso y, un bien ganado ascendiente moral o predicamento, había visto la luz, en Yapeyú (Provincia de Corrientes), el 11 de octubre de 1842. Próspero y destacado productor agropecuario, se dedicó a las faenas, de índole rural, y en forma paralela, hubo de incursionar en el campo de la política, donde conquistó un espacio de verdadera importancia y merecido brillo. Fue presidente de la Corporación Municipal, en 1872, y Juez de Paz, de nuestro distrito, en 1876; participó, en las cruentas y memorables revoluciones, cívico – militares, de 1874 y 1880, y desde 1888 hasta 1891, ocupó el cargo de intendente municipal de nuestra ciudad; desarrollando, al frente de la comuna, una intensa y muy fecunda obra de gobierno, en favor del crecimiento y el avance progresista, de Chivilcoy. En el año 1888, resultó electo senador, en los ámbitos de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, y permaneció en dicha banca, hasta su prematuro fallecimiento. Vicepresidente del senado bonaerense, la muerte, hubo de tronchar y malograr, su tan promisoria y ascendente carrera, de político, ya reconocido, cuya candidatura, para componer la fórmula gubernativa, de la provincia de Buenos Aires, había comenzado a circular, de un modo insistente. La ciudadanía de Chivilcoy, le tributó un multitudinario y expresivo homenaje, por sus notables realizaciones y logros, como jefe comunal, y sus restos, descansan en el cementerio municipal, en el interior de un mausoleo, que hubieron de levantar, sus propios amigos, a través de una comisión, presidida por Don Alejandro G. García (1833 – 1910), ex intendente municipal, de nuestra ciudad, en 1898. El 29 de noviembre de 1895, el Honorable Concejo Deliberante local, impuso mediante ordenanza, el ilustre nombre de Carlos Ceballos, a una de las principales cuatro avenidas de Chivilcoy; perdurando así, a lo largo del tiempo, la significativa figura, de un auténtico y glorioso caudillo, de nuestro pasado ciudadano.

A Don Carlos Ceballos, por Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y de la Academia Porteña del Lunfardo.

Hoy, lo quiero evocar, honrosamente, con su espíritu noble y fervoroso, su honda fibra, su temple vigoroso, su ideal y su nervio combatiente. Lo quiero recordar como intendente, con su impulso fecundo y laborioso; lucha, garra, carácter valeroso, firme acción y obra vasta y floreciente. Caudillo, senador, nombre y figura, visión de un Chivilcoy, ciudad futura, gobernante con sueños de estadista… Gran bastión, energía y fortaleza, convicciones, ejemplo de entereza, y hombre público, honesto y progresista. Nombro a Carlos Ceballos, dirigente, del carácter bien recio y vigoroso, el sentir progresista y empeñoso, la visión y el criterio inteligente. Hombre público – espíritu valiente -, del aliento profundo y fervoroso; senador, siempre activo y laborioso, voluntad constructiva de intendente. Nombro a Carlos Ceballos, gran caudillo, decisión, fortaleza, claro brillo, ascendiente moral, prestigio y gloria… Y al nombrarlo, renace su figura, que palpita en el tiempo y que perdura, en el alma y la voz de nuestra historia.