El 25 de mayo de 1988, dejó de existir en nuestra ciudad, el caracterizado y relevante escultor, docente y hombre público chivilcoyano, profesor Don Antonio Bardi; un hombre de sostenida y apreciable labor artística, con una toda una obra realizada, digna del recuerdo y el especial reconocimiento. Nacido el 5 de mayo de 1909, estudió en un comienzo, en la Academia “Ernesto de la Cárcova”, junto al ilustre pintor y docente, el maestro Don Pompeo Boggio, y luego, en las aulas de la Academia de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón”, de Buenos Aires, donde se graduó de profesor de dibujo, en 1954. Ejerció la enseñanza, en distintos establecimientos educacionales de nuestro medio, y además, hacia el año 1958, fundó y dirigió una escuela de dibujo, en las instalaciones de la Escuela primaria Nro. 2 “Dr. Antonio Bermejo”. En otro orden, con auténticas y profundas convicciones políticas, altos principios éticos, admirable honradez y, una gran rectitud moral, militó en las filas del justicialismo, y fue delegado municipal de la localidad de Moquehuá, y comisionado comunal interino, desde el 6 de febrero, hasta el 1 de mayo de 1948. De sus trabajos, citaremos: El busto del Dr. Florencio Varela, en la plaza homónima, inaugurado el 22 de octubre de 1936; el busto del escritor español, Miguel de Cervantes Saavedra, en la plaza España, que se inauguró el 22 de octubre de 1940; el busto del Dr. Mariano Moreno, en el paseo homónimo, descubierto el 21 de octubre de 1951; el monumento a la Madre, en la plaza Moreno, inaugurado el 16 de octubre de 1960, y el monumento al predicador cristiano, Don Pascual Aulisio, en el cementerio municipal, que se inauguró el 27 de enero de 1961.
