Fallecimiento de Sor María Teresa Abad, la “Hermana Piedad” (1994).

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La "Hermana Piedad", junto al Cardenal, Monseñor Jorge Mario Bergoglio, hoy, el Sumo Pontífice, Francisco I. Los unía, una sincera y entrañable amistad, y Monseñor Bergoglio, despidió a la "Hermana Piedad", presidiendo la misa de cuerpo presente, que despidió sus restos.

La «Hermana Piedad», junto al Cardenal, Monseñor Jorge Mario Bergoglio, hoy, el Sumo Pontífice, Francisco I. Los unía, una sincera y entrañable amistad, y Monseñor Bergoglio, despidió a la «Hermana Piedad», presidiendo la misa de cuerpo presente, que despidió sus restos.

El 21 de diciembre de 1994, dejó de existir, en la ciudad de La Plata, a los 74 años de edad, Sor María Teresa Abad, la “Hermana Piedad”, una religiosa y docente, de prolongada y fecunda trayectoria educativa, quien a lo largo de su dinámica y siempre laboriosa actuación pública, supo gozar del mayor y más especial afecto, por parte, de los distintos ámbitos y sectores, de nuestra comunidad local. Nacida en la ciudad bonaerense, de General Villegas, el 9 de noviembre de 1920, hubo de cursar sus estudios secundarios, en las aulas del Colegio de la Inmaculada Concepción, de la ciudad de Lomas de Zamora, donde obtuvo el título de maestra normal. Comenzó su tarea pedagógica, en la Escuela primaria Nro. 1, de la localidad de Navarro, en el año 1942, y allí, permaneció hasta 1946. En 1947, el sublime llamado de Cristo, y una auténtica vocación, de carácter místico y espiritual, la invitaron a ingresar, a la congregación de las Hijas de la Misericordia; orden a la cual, perteneció, de un modo fiel e inquebrantable, con la tierna humildad, el dulce y hondo amor, la actitud de comprensión, consejo y servicio y, la gran generosidad, que hubieron de caracterizar y definir, su tan rica y ejemplar existencia. Con posterioridad, ejerció la docencia, en el Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, del barrio porteño de Flores, y de una manera paralela, efectuó estudios, de índole universitaria, que la llevaron a obtener el diploma de profesora de Letras. En 1962, fue designada rectora del Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, de Chivilcoy; cargo que habría de cumplir y desempeñar, durante una extensa y fructífera etapa de más de tres décadas, acogiéndose, finalmente, a los respectivos y bien merecidos beneficios jubilatorios, después de una prolongada y valiosa carrera educacional, el 30 de junio de 1993. Los restos de la “Hermana Piedad”, fueron velados en el propio Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, y la misa de cuerpo presente, que allí, se ofició, estuvo presidida por el entonces Cardenal, Monseñor Jorge Mario Bergoglio – actual Sumo Pontífice, Papa Francisco I -, quien hubo de viajar, expresamente, a Chivilcoy, para despedir a Sor María Teresa Abad, ya que lo unían a ella, sólidos y muy afectuosos vínculos, de una larga y entrañable amistad. El 21 de diciembre de 2005, se le impuso a la calle Necochea, desde la avenida Tres de Febrero, hasta la arteria Nro. 2, el nombre de la imborrable “Hermana Piedad”; una figura que, seguramente, por su trayectoria personal, su obra y sus virtudes, habrá de perdurar en las mejores páginas rememorativas, de nuestra historia chivilcoyana.

A la “Hermana Piedad”, soneto de Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

La recuerdo, sencilla y bondadosa, con su auténtico amor y su dulzura, su palabra de fe, cálida y pura, su humildad y su entrega generosa. La recuerdo, expresiva y afectuosa, con su sabio consejo y su ternura, y de pronto, renace su figura, en el hondo sentir de cada cosa… Actitud maternal, clara enseñanza, vocación, fresco gozo y esperanza, fiel camino y acción infatigable… La recuerdo, y pensando así, en su vida, hoy florece, la imagen tan querida, de la Hermana Piedad, inolvidable.