Habilitación de la estación ferroviaria Sud (1910).

Habilitación de la estación ferroviaria Sud (1910).

febrero 1, 2018 0 Por archivol
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La Estación ferroviaria Sud, de Chivilcoy, inaugurada el 1 de febrero de 1910.

El martes 1 de febrero de 1910, durante el gobierno municipal, de Don Ernesto A. Barbagelata, siendo, por entonces, senador provincial, el caracterizado dirigente político y caudillo lugareño, Don Vicente Domingo Loveira, se llevó a cabo, la habilitación oficial, de la estación ferroviaria Sud, de nuestra ciudad; constituyendo, así, esta feliz y promisoria circunstancia inaugural, un muy significativo acontecimiento histórico, para la época, y los anales de Chivilcoy. Se trataba, de la segunda estación de ferrocarril, pues la primera, la “Norte”, se había inaugurado, más de cuatro décadas antes, un martes 11 de septiembre de 1866; desapareciendo, finalmente, hacia el mes de octubre de 1968. Con posterioridad, en ese mismo sitio, se construyó la nueva Terminal de Ómnibus, de Chivilcoy, habilitada el 15 de mayo de 1982. En 1910, nacía la estación Sud, y breve tiempo antes, se realizaba la tarea, de remoción y levantamiento, de varios tramos de líneas férreas, que atravesaban distintas arterias de nuestra ciudad, como las calles General Paz y Pueyrredón. El 11 de septiembre de 1983, se establecieron las bases fundacionales, del Ferro Club Chivilcoy, una activa y meritoria institución, cuyos principales propósitos, se hallan encaminados al rescate, la conservación y la divulgación, de la historia del ferrocarril. La citada entidad, posee sus instalaciones, en cercanías de la estación Sud, y cuenta con una sala de museo, para la exposición de objetos y elementos, y un archivo que almacena, una rica, y ciertamente valiosa documentación, sobre la existencia y el recorrido del ferrocarril, en nuestra zona geográfica, del oeste bonaerense.

Soneto a la Estación Sud, por Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.

VIEJA estación, de clara lejanía,

con una intensa vida centenaria,

que guardas en tu historia ferroviaria,

recuerdos del ayer y cada día.

Vieja estación, que cumples, todavía,

toda tu firme brega rutinaria,

y siempre estás – presencia solidaria -,

junto al andén, los rieles y la vía…

Vieja estación, de sólida estructura:

La querida campana, que perdura,

pasajeros, vagón, tiempo que avanza…

Una larga labor, mientras esperas,

que en un viaje de nuevas primaveras,

llegue el tren del amor y la esperanza.