Historia Chivilcoyana: Sucesos del mes de agosto…

El 5 de agosto de 1933, dejó de existir, a la edad de 76 años, el caracterizado y prestigioso investigador de nuestro pasado lugareño, periodista, poeta, escritor, archivista y hombre público, Don Sebastián Fabián Barrancos, toda una patriarcal y respetable figura del vecindario y la comunidad de Chivilcoy, quien, a lo largo de muchas décadas, de una tenaz e ininterrumpida trayectoria, supo cumplir y desarrollar, una infatigable y muy valiosa labor, al servicio de nuestra vida ciudadana. Nacido en la localidad de Mercedes, el 20 de enero de 1857, arribó  a nuestro medio, en la etapa de su juventud, inquieta y entusiasta; dedicándose, de un modo serio y comprometido, a diversas actividades comerciales. Fue autor de interesantes e ilustrativas crónicas, sobre distintos aspectos de la historia local; fundó, redactó y dirigió, la revista “La Argentina”, que salió a luz, el 15 de julio de 1892; integró numerosas comisiones y entidades y, promovió y fomentó, la creación de instituciones y establecimientos, culturales y educacionales, como el Hospital Municipal “Dr. Santiago Fornos”, la Biblioteca Popular “Dr. Antonio Novaro”, y el Colegio Nacional “José Hernández”. El 19 de octubre de 2002, durante la gestión del intendente comunal, Dr. Juan Carlos Ferzola, se le impuso el ilustre nombre de Don Sebastián Fabián Barrancos, al Archivo Histórico Municipal, creado el 30 de diciembre de 1957. Asimismo, a la Escuela primaria Nro. 35, fundada hacia 1905, se la había bautizado: “Sebastián F. Barrancos”.

Los días 5 y 6 de agosto de 1933, hubo de visitar Chivilcoy, el eterno Zorzal Criollo y el inolvidable Morocho del Abasto, Carlos Gardel, quien brindó, su magnífica y memorable actuación musical, en la sala del cine – teatro Metropol, junto a sus fieles guitarristas, Julio Domingo Vivas, Ángel Domingo Riverol, Guillermo Desiderio Barbieri y Horacio Pettorosi. En dicha oportunidad, el inmortal cantor y exponente del Tango, se alojó en el antiguo hotel Restelli, ubicado sobre la segunda cuadra dela calle Rivadavia; recorrió nuestra ciudad, en un automóvil, invitado por el caracterizado vecino, Fernando Cánepa; concurrió al Club Social, y a otros lugares tradicionales, de Chivilcoy y, asimismo, asistió a un típico almuerzo criollo, en una finca de campo, de la familia Marchetto. Además, en esos dos días, de permanencia en nuestra ciudad, Gardel, el Zorzal Criollo y el Morocho del Abasto, pudo gozar y disfrutar, de las calurosas y expresivas manifestaciones, de abierta adhesión y particular afecto, del público, los transeúntes y la gente de Chivilcoy. Recordemos que, se trató de la cuarta y última visita, del gran ídolo popular: las anteriores, se habían registrado, el 6 de abril de 1912; los días 6 y 7 de agosto de 1921 y, en el año 1925. El 8 de septiembre de 1978, se le impuso a una avenida, de la segunda Circunvalación, el nombre de Carlos Gardel, y asimismo, la Escuela Secundaria Nro. 8, con orientación pedagógica, artística y musical, lleva la denominación, del glorioso e imborrable Zorzal Criollo, nacido en Toulouse (Francia), el 11 de diciembre de 1890, y fallecido de una manera trágica, en el aeropuerto de Medellín (Colombia), el 24 de junio de 1935, a la temprana edad, de 44 años.

En el mes de agosto de 1872, la entonces Corporación Municipal, de Chivilcoy – gobierno inicial de la comuna, instalado y constituido, el 25 de marzo de 1856 -, procedió a la creación del primer Mercado Municipal, que se encontraba ubicado, en la intersección  de la avenida Soarez y la calle Alvear, de nuestra ciudad. Dicha iniciativa, había surgido en julio de 1871, cuando el señor Julio Sánchez, presentó esa propuesta, a los miembros de la citada Corporación. Al Mercado Municipal, precursor o pionero, dentro del historial chivilcoyano, se le impuso el glorioso nombre, del ilustre fundador y gran propulsor e impulsor del progreso de nuestra ciudad, Don Manuel Villarino, nacido el 17 de junio de 1815, y fallecido, a los 52 años de edad – víctima de una grave e implacable epidemia de cólera morbo -, el 25 de enero de 1868.

El 1 de agosto de 1954, mediante un decreto del entonces obispo de Mercedes, monseñor Dr. Anunciado Serafini, se procedió a la solemne creación, de la Parroquia San José, de la localidad de Moquehuá; estableciéndose su respectiva jurisdicción, de carácter eclesiástico. Además, se efectuó la designación, del siempre recordado sacerdote, presbítero Pedro Giamichelli (1913 – 1999), como primer titular, de dicho centro de espiritualidad cristiana y religiosa. Puntualicemos que, la capilla en honor de San José, convertida en Parroquia, en agosto de 1954, se había inaugurado, el 12 de octubre de 1930. El presbítero Pedro Giamichelli, a lo largo de varias décadas, supo cumplir una abnegada e infatigable labor pastoral y evangelizadora; conquistándose así, por sus virtudes humanas y personales, de humildad, bondad, vocación de servicio y, generosa entrega al prójimo y los semejantes, el mayor respeto y el más profundo afecto, de la feligresía y la comunidad moquehuenses.

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director –organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.

Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.