Inauguración del mástil, de la plaza 25 de Mayo (1933).

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El mástil de la plaza principal 25 de mayo, inaugurado el 17 de diciembre de 1933, a través de una estampa fotográfica, de la época.

El mástil de la plaza principal 25 de mayo, inaugurado el 17 de diciembre de 1933, a través de una estampa fotográfica, de la época.

El 17 de diciembre de 1933, se llevó a cabo, en la plaza principal 25 de Mayo, de nuestra ciudad, la solemne y jubilosa inauguración oficial, del mástil o “Monumento a la Bandera”, el cual, constituyó el primero, a nivel público, que se levantó en Chivilcoy, en honor de la gloriosa enseña nacional y, de la insigne figura de su ilustre creador, el general Manuel Belgrano. Dicha iniciativa, correspondió al entonces concejal municipal, Don Generoso Fernando Falivene, quien con posterioridad, fuera jefe de la comuna local, desde el 20 de enero de 1938, hasta el 15 de mayo de 1940. El propio Don Generoso Fernando Falivene, tuvo a su cargo, la dirección de los respectivos trabajos de construcción, del citado mástil; contando, asimismo, con la valiosa colaboración del edil – compañero de bloque, en el recinto del Honorable Concejo Deliberante -, el historiador y apasionado investigador y estudioso de nuestro pasado, ingeniero agrónomo Mauricio Birabent, que efectuó el diseño de la obra. De un modo, totalmente módico o económico, se realizó el mencionado monumento, utilizando materiales (piedra y pedregullo) del antiguo pavimiento, y la empeñosa labor de varios operarios del municipio. A la ceremonia inaugural, hubo de asistir, especialmente invitado, el notable y prestigioso escritor, periodista, abogado, docente universitario y diplomático argentino, Dr. Enrique Loncán, quien había nacido, el 25 de septiembre de 1892, y puso fin a su existencia, el 30 de septiembre de 1940; autor, entre otros, de los libros, “Mirador porteño”, “El secreto de la calle Florida”, “La conquista de Buenos Aires”, “Las charlas de mi amigo” y “He dicho”. El Dr. Loncán, auténtico y verdadero exponente de la oratoria, en esa especial oportunidad, teniendo como marco, una multitudinaria concurrencia de nuestro vecindario chivilcoyano, hubo de pronunciar, un muy elocuente y bello discurso. Además, en una de las caras, del monumento, se estampó, sobre letras de bronce, una de sus más sentidas e inspiradas frases: “Todo lo que se hace sin pensar en la Patria, está perdido para la gloria”. También, en aquella ceremonia inaugural, hubo de participar una escuadrilla de tres aviones, de la Aeronáutica Militar, que brindó a los numerosos presentes, una serie de extraordinarias y apasionantes pruebas de acrobacia aérea. En el año 2003, por una iniciativa del Archivo Literario Municipal, y su fundador y director – organizador, procurador Carlos Armando Costanzo, se efectuaron diversas tareas de restauración estética del mástil; el cual, se reinauguró, precisamente, el 24 de mayo de 2003, como parte de los actos conmemorativos, del 193 aniversario, de la histórica Revolución de Mayo.

Al mástil de la plaza 25 de Mayo, por Carlos Armando Costanzo.

Viejo mástil, custodio y compañía del alegre paisaje ciudadano, que allí estás, en tu sitio cotidiano, como firme y simbólico vigía. Bajo un cielo de ensueño y lejanía, de las nubes y el sol, eres hermano, con tu noble sentir chivilcoyano, y tu recta y apuesta gallardía. Viejo mástil – presencia y estatura -, armoniosa y simétrica figura, fibra patria, de gloria duradera… Y aunque el tiempo a tu lado, siempre pasa, allí estás, en el alma de la plaza, sosteniendo bien alto, la bandera. Viejo mástil, de larga trayectoria, que tan firme, te elevas hacia el cielo, como un ave de claro y limpio vuelo, rumbo a un día de sol y eterna gloria. Viejo mástil, de nítida memoria, con fervor, te contemplo desde el suelo, y después, te saluda mi pañuelo, recordando los años de tu historia… Viejo mástil, del noble patriotismo, el amor, el trabajo, el heroísmo, la emoción, la presencia cotidiana… Hoy, te nombro, con dicha verdadera, paño blanco y celeste de bandera, fiel baluarte del alma ciudadana.