La famosa Protesta de 1878: La gran defensa chivilcoyana, de las autonomías municipales, un glorioso antecedente histórico, a nivel nacional.

La famosa Protesta de 1878: La gran defensa chivilcoyana, de las autonomías municipales, un glorioso antecedente histórico, a nivel nacional.

diciembre 11, 2018 0 Por archivol
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La página evocativa de la fecha, la dedicaremos a la especial y muy importante recordación, de la famosa Protesta, del 6 de septiembre de 1878, llevada a cabo, por distintos y calificados vecinos de Chivilcoy, ante la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, con el sano y noble propósito, de reivindicar, resaltar y defender, los auténticos y legítimos principios del municipalismo y, las entrañables y sagradas autonomías comunales. En ese año 1878, el 16 de mayo, el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dr. Carlos Tejedor, mediante un decreto, había promulgado la Ley Orgánica de las Municipalidades, sancionada, previamente, por la Legislatura bonaerense; convocando, asimismo, a elecciones municipales, en todo el ámbito provincial, el día 15 de septiembre. A raíz de ello, en las diferentes poblaciones del territorio de la provincia de Buenos Aires, hubieron de iniciarse, las respectivas campañas proselitistas o partidarias, acompañadas por el sincero y espontáneo entusiasmo cívico, de los habitantes, de dichas localidades. Pero de una manera súbita y sorpresiva, la Legislatura bonaerense, hubo de suspender la Ley Orgánica de Municipalidades y Justicia de Paz, y un decreto del gobernador Tejedor, en consonancia, con la citada resolución, dejó sin efecto, las elecciones en los municipios. Fue así que, se registró una inmediata y vibrante reacción, de los vecinos locales, frente al grave y manifiesto avasallamiento de las autonomías de las comunas, redactando una valerosa y heroica Protesta, el 6 de septiembre de 1878, que enviaron al presidente de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Firmaron aquella Protesta, numerosas y calificadas figuras y personalidades, del vecindario y la vida social de Chivilcoy. La Legislatura bonaerense, considerándose agraviada y seriamente ofendida, por un acto de claro y evidente “desacato” colectivo, ordenó la prisión de todos los firmantes, quienes permanecieron, durante varias jornadas, detenidos en la cárcel de Mercedes. También, se arrestó, a los periodistas, Luis Alberto Mohr, en cuyo diario “La Reforma”, hubo de publicarse el texto de la famosa Protesta y, Ricardo y Juan María Gutiérrez. La Protesta, alcanzó una vasta y resonante trascendencia pública, a través de diferentes órganos de prensa, como “la Nación”, “La Prensa”, “El Correo del Plata”, “La Libertad”, “El Correo Español”, “La Patria”, “El Pueblo Argentino”, “La Pampa”, “La Prensa de Belgrano”, “La América del Sud”, etc. Pocos después, los firmantes de la Protesta, y los periodistas que la difundieron, recuperaron la libertad. Además, se confeccionó, un enorme cuadro, donde aparecen, los retratos ovalados, de todos los firmantes, de la intrépida y memorable Protesta; un apreciable testimonio documental, que ha llegado a nuestros días, y nos permite conocer, a los ilustres protagonistas, de esta auténtica y verdadera, gesta democrática, cívica y republicana. Y este valioso documento de 1878, hace ya, ciento cuarenta años transcurridos, ha perdurado en el tiempo y el curso de los años, como una cabal expresión, del espíritu firme y aguerrido, la férrea voluntad y el admirable coraje, de los vecinos chivilcoyanos, en la abierta y denodada defensa de las autonomías municipales; y un gran antecedente, en las páginas de nuestra historia nacional… Un glorioso antecedente, de particular relevancia, para sostener, fortalecer y consolidar, los principios del municipalismo argentino: Chivilcoy, fue el primero, en defender, la autonomía comunal.

Las yecas de la historia, soneto lunfardesco, del procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Por las yecas mistongas de la historia, hoy, me rajo hasta el rioba del pasado, y allí juno, otro tiempo ya olvidado, que me muestra su vieja y posta gloria. De repente, carburo la memoria, y revivo en mi cuore emocionado, un recuerdo cachuzo y despintado, con un aire fachero de victoria… Las yecas de mi pueblo, estoy pateando, y descubro a lo lejos, campaneando, otro tiempo más piola, adonde voy… Y de pronto, en el medio del sendero, hoy, florece, chipola y bien canchero, el auténtico ayer de Chivilcoy.