La histórica y devastadora sequía, en la voz del lunfardo

La histórica y devastadora sequía que, de una manera profunda e implacable, viene asolando diferentes regiones del país, como nuestra zona geográfica chivilcoyana, del oeste bonaerense, nos ofrece ahora, la oportunidad más propicia, a fin de ofrecer a ustedes, esta humilde reflexión en el típico y pintoresco lenguaje lunfardo, a través de la expresión y la palabra de un modesto y sufrido choclo – la mazorca del maíz -, víctima de la grave carencia de precipitaciones y, del calor intenso y sofocante. Condiciones meteorológicas, totalmente adversas, falta de lluvias y elevadísimas marcas térmicas, que destruyeron y aniquilaron, cruel e impiadosamente, cientos y miles de hectáreas de cultivos.

La sequía, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Soy un choclo forfai – medio mamerto -, / y aquí estoy, estrolado y en la vía; / me chapó, bien fulera, la sequía, / y quedé muy cachuzo y casi muerto… / Como un pobre chitrulo y un pejerto, / me mandaron al tacho – triste día -, / y ahí me ves, frito y grogui, che, gomía, / en un campo que es hoy, un gran desierto… / Mucho lorca, pulenta y agobiante, / con un sol farolero y atorrante, / que sin asco, me viene verdugueando… / Aquí estoy – nunca arrugo -, todavía, / y a pesar, a pesar de la sequía, / de una forma tenaz, sigo aguantando. / Quiera Dios, que en los yornos del futuro, / venga un kilo de lluvia, lunga y pura, / porque así nos espera – te aseguro -, / un montón de malaria y mishiadura.