La tradicional alfarería “La Malagueña”, de Don Eduardo Navarro Caballero

Una gloriosa fábrica pionera, de nuestra ciudad

Nuestra página recordativa de hoy, la dedicaremos a evocar, la antigua y casi legendaria alfarería “La Malagueña”, de Don Eduardo Navarro Caballero; una tradicional y memorable fábrica, pionera o precursora, de caños y de macetas – la primera, aquí, en nuestra ciudad -,  que se hallaba ubicada en la intersección de las calles Guido y Castelli, y que hubo de cumplir y desarrollar, a lo largo de muchos años, de una prolongada y laboriosa tarea, toda una magnífica y apreciable trayectoria, de índole productiva y comercial. Don Eduardo Navarro Caballero, fundador y gran propulsor, de la citada alfarería, fue un español, oriundo de la región geográfica de Andalucía, quien se caracterizó por sus múltiples aptitudes y habilidades, su espíritu jovial y alegre, su franca bonhomía y su apreciable cultura. Don Eduardo – hombre de seria y comprometida contracción hacia el trabajo -, se desempeñaba en la fábrica, junto a la propia familia, y en su casa, hospitalaria y generosa, con puerta de entrada, sobre la calle Castelli, solían llevarse a cabo, entusiastas y muy concurridas veladas y reuniones, donde se bailaban danzas típicas, y se interpretaban, al son de la guitarra, bellas canciones flamencas.  Aquel histórico y trascendente, viernes 21 de abril de 1916, en una finca de la calle Lavalle Nro. 95, Don Eduardo Navarro Caballero, participó, al lado de su hijo, Juan Navarro Granados, los hermanos, Francisco y Luis Di Giuistino y Eliseo Guastella, en la feliz y relevante fundación, de la Agrupación Artística Chivilcoy, legítima y bien merecidamente considerada “el primer teatro vocacional del país”. Poco después, se lo designó, a Don Eduardo, director artístico, de la naciente entidad, cuyo elenco dramático, bajo su diestra y acertada conducción, tuvo su exitoso debut, en el salón de la Sociedad Operaria Italiana (Avenida Ceballos Nro. 35), el día 25 de junio de 1916. En dicha oportunidad, se representaron: el boceto escénico, en un acto y en verso, “Una limosna por Dios”; el drama sentimental, en un acto y prosa, “Juventud”, y el juguete cómico, en un acto, “Entre doctores”. Don Eduardo Navarro Caballero, ejerció, pues, la dirección, de estas tres piezas teatrales, y asimismo, en cada una de ellas, intervino como intérprete. Su hijo, el notable y siempre recordado pintor y decorador, Juan Navarro Granados (1882 – 1959), fue el primer presidente, de la Agrupación Artística Chivilcoy, electo durante el transcurso de una asamblea general de asociados, el 17 de septiembre de 1916. Recientemente, la bisnieta de Don Eduardo Navarro Caballero, y nieta de Don Juan Navarro Granados, la talentosa y destacada artista plástica y docente, Fabrizia Braga Navarro, efectuó al Archivo Literario Municipal, el significativo aporte, de una factura comercial, de la alfarería “La Malagueña”, que data de la década de 1910. Todo un valioso documento y testimonio histórico, de la primera fábrica de caños y macetas, que se instaló en nuestra ciudad de Chivilcoy.

Alma de España, soneto de Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.

Alma de fresco encanto y de salero, de pleno sol, de ensueños y poesía; vivo esplendor, nobleza, gallardía, profundo amor, coraje verdadero. Alma de fiel Quijote y caballero, mayólica, abanico y alegría; colorido de bella Andalucía, aire gitano y sones de gaitero… Alma flamenca – baile y castañuela -, página azul, romántica novela, sabor gallego, gesta y clara hazaña… Tierra de largos siglos y de historia, escudo, tradición, estirpe y gloria. Auténtico sentir: Alma de España.