El primer trasplante cardíaco, del mundo (1967). El primero en la Argentina, al chivilcoyano, Antonio Enrique Serrano (1968).

El primer trasplante cardíaco, del mundo (1967). El primero en la Argentina, al chivilcoyano, Antonio Enrique Serrano (1968).

diciembre 18, 2017 0 Por archivol
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El vecino chivilcoyano, Antonio enrique Serrano, protagonista del primer trasplante de corazón, realizado en la Argentina, el 31 de mayo de 1968, por el médico cardiocirujano, Dr. Miguel Bellezi, en la Clínica Modelo, de la ciudad bonaerense de Lanús. Falleció, 94 horas más tarde, el 4 de junio de 1968.

Se ha conmemorado, el significativo cincuentenario, del primer trasplante cardíaco del mundo, que hubo de llevarlo a cabo, el eminente médico cardiocirujano, Dr. Christian Barnard, el 3 de diciembre de 1967, en Ciudad del Cabo, República Sudafricana. En aquella histórica y trascendental oportunidad, se le implantó, a un hombre de 53 años, el corazón de una joven, de 25 años de edad, quien había fallecido, tras un cuadro clínico, de muerte cerebral. Dicho paciente, dejó de existir, unos dieciocho días, más tarde, a raíz de una infección, que le originó, una grave neumonía, como consecuencia directa, de una debilidad inmunológica, del organismo. El primer trasplante, que se realizó aquí, en nuestro país, – el número, décimo noveno, en la historia de la humanidad -, se registró, el 31 de mayo de 1968, en el quirófano, de la Clínica Modelo, de la ciudad bonaerense de Lanús, y estuvo a cargo, del conocido médico cardiocirujano argentino, Dr. Miguel Bellizi, y su respectivo equipo quirúrgico. El paciente, de la citada intervención, fue el vecino chivilcoyano, Antonio Enrique Serrano, de 54 años de edad, quien llegó a la mencionada Clínica, merced a las gestiones previas, del recordado médico cardiólogo local, Dr. Oscar Pedro Prévide. Serrano, hubo de recibir el corazón, de un paciente, de apellido Tomasetti, de unos 47 años de edad. Infortunadamente, el chivilcoyano, Antonio Enrique Serrano, falleció, unas noventa y cuatro horas, más tarde, el 4 de junio de 1968, en la madrugada, debido a un derrame, de carácter cerebral. El Dr. Miguel Bellizi, dejó de existir, en el año 1991. Pero en los fecundos y gloriosos anales, de la medicina, nacional e internacional, perdura, sin dudas, la singular memoria, de este verdadero acontecimiento, que tuvo como protagonista, a un chivilcoyano, y hubo de sentar, un valioso precedente, en el historial, de los trasplantes futuros.

Décimas al Médico, por Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador, del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Con mi mejor expresión, de este modo muy sincero, cantarle al médico, quiero, por su noble vocación, su amplitud de corazón, su compromiso cabal, y ese gesto fraternal, cuando se brinda al paciente, que enaltece, dignamente, su vida profesional. Yo le canto a su labor, sin reposo y sin horario, su espíritu solidario, su empeño y su claro amor, y resalto su vigor, que nunca se queda inerte, y así, decidido y fuerte, con ímpetu y entereza, demostrando su firmeza, logra enfrentar a la muerte. Le canto a su humanidad, su coraje y su figura, su calidez y ternura, su gran sensibilidad, y sé de su idoneidad, que en la intensa brega diaria, de una forma extraordinaria, ante el enfermo sufriente, vuelca, fiel y tenazmente, su experiencia hospitalaria. Yo le canto al cirujano, y al médico especialista, al carácter optimista, y a la recta y diestra mano; les canto, como un hermano, que mucho aprecia y valora, su voluntad luchadora, – quirófano y bisturí -, su fibra, que exalto, aquí, y su entrega sanadora. Yo le canto, emocionado, al clínico – buen amigo -, y a la Guardia – bien, lo digo -, de algún médico abnegado. Y por todo lo expresado, le ofrezco mi gratitud, a su ciencia y su virtud, su sonrisa bondadosa, y su misión tan hermosa, en pro de nuestra salud.