Recordando al Comandante Herber Noemí Lavagnino.

Recordando al Comandante Herber Noemí Lavagnino.

enero 22, 2018 0 Por archivol
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El querido e inolvidable Comandante de Bomberos, Herber N. Lavagnino, toda una auténtica y honrosa gloria, de la institución, y de nuestra comunidad chivilcoyana.

La página evocativa de la fecha, con profunda emoción, y un alto sentido de justicia y verdadero reconocimiento, recuerda la figura de Don Herber Noemí Lavagnino, quien durante un largo tiempo, de una intensa e infatigable labor, se desempeñó en los ámbitos del cuerpo de Bomberos Voluntarios, de nuestra ciudad de Chivilcoy. Nacido en 1921, y fallecido hace ya, unos años, supo caracterizarse por su auténtica y admirable vocación de servicio, su clara abnegación, su permanente pujanza y dinamismo, y su rectitud y honradez, ejemplares. Hubo de ingresar, al heroico y glorioso cuerpo de bomberos locales, el 1 de febrero de 1947, y a través, de tres décadas, de un firme y cabal empeño, y un genuino e irrenunciable compromiso, desplegó un trabajo, digno de la ponderación y el mejor de los aplausos. Fue subjefe, del cuerpo, cuando la titularidad, se hallaba a cargo, del inolvidable, Don Abelardo José María Paz, y luego, reemplazó a éste; ocupando dicha funciones, hasta el año 1980. En ese momento, pasó a formar parte, de la reserva activa, de la institución.  En aquel tiempo, del ejercicio de su cargo, como jefe, el cuerpo de bomberos voluntarios, contó, con una bien disciplinada y atrayente banda de música; la cual, solía participar, en ceremonias oficiales, y numerosos actos públicos, de nuestra ciudad. El 8 de diciembre de 2005, se le impuso el ilustre nombre, del Comandante Herber Noemí Lavagnino, al Museo de la Sociedad de Bomberos Voluntarios, de Chivilcoy, fundada el 7 de julio de 1945.

Soneto a Herber Noemí Lavagnino, por Carlos Armando Costanzo.

Yo saludo a este auténtico bombero,  del espíritu firme y palpitante, un profundo entusiasmo desbordante, y el sentir más genuino y verdadero. Vocación de servicio, y un sendero, que siguió, noble y fiel, siempre adelante; alma, sangre y tesón de Comandante, gran figura y ejemplo duradero. Yo saludo su fibra y su heroísmo, su honradez, su emoción, su patriotismo, sus valores humanos y su gloria… Y sé, que por su acción y su destino, el claro nombre de Herber Lavagnino, quedará para siempre, en nuestra historia.