Reflexión de la Semana Santa: Necesitamos un maestro de enseñanza…

Compartir

 

Imagenes de JesúsLa Semana Santa o Semana Mayor de la cristiandad, que nos recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, nos invita a reflexionar, acerca de la sublime figura del Hijo de Dios, el Mesías Redentor del Mundo, y el eterno y divino Maestro. Un maestro de profundo y fraternal amor hacia el prójimo; un maestro de paz, bondad, misericordia, perdón y consuelo; un maestro de fe y horizonte esperanzado; un maestro de luz, verdad, grandeza y sabiduría. Y en este reflexión, de los días de Semana Santa, propicios para el silencio, y la honda y sincera meditación espiritual, pensamos que, hoy, más que nunca, con prontitud y urgencia, nuestra sociedad y el país, necesitan un auténtico y noble maestro. Un maestro sabio y generoso, que nos enseñe a querer la patria, el terruño nativo, el barrio, la gente, y a cada uno de nuestros semejantes. Un maestro que, predique y siembre con el buen ejemplo de vida, inculcando y transmitiendo, principios y reglas morales. Un maestro que, nos enseñe a recuperar los valores éticos y humanos, acaso, en la actualidad, ignorados o ya perdidos. Un maestro que, de una manera paternal y cariñosa, nos enseñe, otra vez, la importancia de la cultura del trabajo, el esfuerzo, el sacrificio, la lucha cotidiana y, los reales y genuinos méritos. Un maestro que, nos diga: Bienaventurados los mansos y humildes, bienaventurados los misericordiosos, bienaventurados los puros de corazón, porque verán a Dios. Un maestro que, con un gesto dulce y compasivo, nos enseñe las virtudes de la humildad, la rectitud, la honradez, la magnanimidad y la transparencia, en medio de un contexto social, donde abundan la arrogancia, el egoísmo, la ambición, la avaricia, la deshonestidad y la absoluta corrupción. Un maestro que, nos enseñe a procurarnos nuestro sustento y ganar el sueldo o paga de nuestra labor, de una forma honrada y decente, lejos de aquellos que “viven de arriba”, sin trabajar, consiguiendo el dinero, mediante maniobras ilícitas y dolosas, actos fraudulentos y episodios delictivos. Un maestro que, nos muestre y señale el camino del amor, el bien, la humildad, la honradez, el trabajo, la justicia, el respeto, la nobleza, la educación y la transparencia, lejos de la maldad, los vicios, las trampas, las falsedades y las obscuras mentiras. Una maestro, que nos diga que, el trabajo es acción, labor constante y movimiento, con sus frutos, rendimientos y resultados concretos, no un mero cumplimiento burocrático de horarios… Un maestro que, nos indique y demarque, la senda del estudio, el conocimiento, la capacitación intelectual, el perfeccionamiento y la superación. Una maestro, que como un gran visionario, nos haga ver un porvenir promisorio y auspicioso, lleno de proyectos, expectativas, ilusiones y ensueños, y además, logre que seamos útiles, a la patria y a nuestra comunidad. Un maestro que, nos permita salir de la indiferencia, la apatía, el “no te metás”, el desaliento y la total inoperancia… Un maestro que, no nos prometa, de un modo rimbombante, extraordinarios cambios y maravillosas transformaciones, y al final, sea todo “más de lo mismo” (“Guardaos – decía Jesucristo-, de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces: Por sus frutos, al igual que los árboles, los conoceréis”). Un maestro que, tierna y afectuosamente, nos enseñe a ser buenos y decentes, con el alma, la frente y la conciencia, siempre limpias. Necesitamos pues, con prontitud y urgencia, un maestro de enseñanza. Sólo él, podrá salvarnos…

IMG_20160323_104934El Maestro, un soneto lunfardo, de Carlos Armando Costanzo.

Che, Jesús, fiel troesma verdadero, de la fe más debute y la esperanza, el consuelo bien posta, que se alcanza, la piedad y el chamuyo muy canchero. Yo te pido, che, flaco, tu sendero, donde el buen chichipío, siempre avanza, y que todo tu espiche y tu enseñanza, me los chante en el fondo del balero. Yo te pido, gran frate, tu parola, tu humildad y tu gesto, dulce y piola, tu amistad tan copada, que no olvida… y que gracias a Vos –yorno dichoso-, tenga un cuore feliz y generoso, que ame a Dios, a la gente y a la vida.

Imagenes de JesúsMeditación lunfa, del Viernes Santo

Che, Jesús, que te juno en el Calvario, aguantando las biabas, todavía, con tu imagen cachuza, tu agonía, y tu lungo amasijo milenario. Che, Jesús, que te juno, solitario, ya forfai, casi frito y en la vía, sin la dulce parola de un gomía, que te tienda una mano, solidario. Che, Jesús, que te ficho, en el madero, con espinas y látigo fulero, bancándote el dolor –facha serena…- Y hoy pienso, que al final – el mismo tango-, te traicionan y venden, por un mango, y otra vez, la injusticia, te condena. Yo te imploro el perdón, frate querido, frente a Vos, de rodillas, che, Jesús, y que nunca me aleje- te lo pido-, del camino pulenta de la cruz.

Carlos Armando Costanzo.

Imagenes de Jesús