Reflexión Lunfarda: El ejemplo del General San Martín.

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IMG_20160812_105204Se conmemora el 166 aniversario, del tránsito a la inmortalidad, del glorioso Libertador, Padre de la Patria e intrépido Capitán de los Andes, el general José de San Martín, quien falleció en la ciudad de Boulogne – sur – Mer (Francia), el sábado 17 de agosto de 1850, a los 72 años de edad. Había nacido en Yapeyú (Provincia de Corrientes), el 25 de febrero de 1778, y su imagen noble y valerosa, permanece viva y presente, en el alma del pueblo argentino, y en las mejores y más vibrantes páginas de nuestra historia nacional. En Chivilcoy, a lo largo del tiempo, se tributaron distintos homenajes al general San Martín, para destacar la personalidad y las hazañas del heroico militar, cuyo modelo o paradigma, debe ser hoy, la verdadera guía, la amplia y fraternal bandera, y el seguro y promisorio camino de nuestra sociedad, del país, y del destino de la República y de la Patria. Subrayemos que, en nuestra ciudad, el 17 de agosto de 1979, hubo de inaugurarse, en la plaza principal 25 de Mayo, el monumento al general San Martín; una obra escultórica, de cemento, del artista plástico y docente argentino, profesor Arturo Gastaldo, quien por entonces, ejercía la enseñanza, en las aulas de la Escuela Superior de Artes Visuales, de Chivilcoy. La “piedra fundamental”, de la estatua, del Padre de la Patria, se había colocado, en ese sitio, el 17 de agosto de 1943, unos treinta y seis años antes, y en 1979, se materializó e hizo realidad, dicha iniciativa sanmartiniana. Hoy, debemos reivindicar, recuperar y exaltar, los principios éticos y los valores morales, humanos y espirituales del general José de San Martín: El patriotismo y el amor hacia el terruño nativo, la honradez y rectitud de conducta, el respeto, la verdad, la justicia, la austeridad, la abnegación, la disciplina, la integridad personal y, la total y absoluta transparencia. Hoy, debemos recobrar la conciencia, la mentalidad y la cultura del trabajo, el estudio, el esfuerzo y los genuinos y edificantes méritos; predicando y sembrando con el buen ejemplo y el testimonio de vida. Hoy, debemos aspirar a una sociedad, digna y saludable, sin corrupción ni tampoco, impunidad; una sociedad, con un adecuado sistema de premios y castigos, donde la enseñanza, no iguale o nivele hacia abajo; una sociedad, con una educación que, ofrezca auténticos logros y efectivos resultados; una sociedad, en la que no sigan perdiendo, las personas honestas y laboriosas, que trabajan y luchan, cada día, y por otra parte, ganen y triunfen, aquellos individuos que, violan las normas y leyes, delinquen, evaden sus obligaciones tributarias, viven sin trabajar, e incrementan sus bienes y patrimonios. Hoy, debemos soñar una sociedad diferente, muy distante de la actual sociedad, de las excesivas palabras, la frivolidad y la pavada; las cortinas de humo, que “engrupen a los otarios o giles”; las múltiples promesas, falsas e incumplidas; la frustración, el desencanto, el descreimiento, la amargura y la desesperanza; la recesión y el letargo económicos; el mentido “todo bien”, el “no pasa nunca nada”, el “no cambia nada” y el “ todo queda en la nada”; el “todo da lo mismo”, y finalmente, el triste y lapidario “más de lo mismo…” Pues, no podemos esperar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo, y los hombres, como los árboles, se conocen por sus frutos. Debemos recuperar los valores, el trabajo, la fe, el optimismo y la esperanza, a la luz del arquetipo sanmartiniano.

Y la voz del lunfardo, nos dice:

Hoy, la Patria, che, capo, necesita, su canchero heroísmo y su entereza, su pulenta, que nunca se marchita, su coraje bien posta y su firmeza. Hoy, un viejo clarín, bate y palpita, su honradez macanuda y su nobleza, tan lejos del afano y de la guita, con un kilo de lucha y de grandeza. Hoy, la historia, chamuya sus valores, sus principios muy guapos y rectores, su parola, que se oye, en la matina… Y ante tanto malandra, chorro y chanta, su figura debute se levanta, como ejemplo moral de la Argentina.

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director-organizador del Archivo Literario Municipal y del Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente de la Academia Porteña del Lunfardo.