Reflexión lunfarda: El ejemplo del general Belgrano y el recuerdo de mi viejo, en el país del más de lo mismo…

Reflexión lunfarda: El ejemplo del general Belgrano y el recuerdo de mi viejo, en el país del más de lo mismo…

junio 15, 2018 0 Por archivol
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Hoy más que nunca, debemos recuperar, reivindicar y exaltar, los genuinos y aleccionadores principios éticos y valores morales, humanos y espirituales y, el extraordinario y admirable ejemplo, del abnegado e ilustre, general Manuel Belgrano (1770-1820), con su honradez y rectitud, su conducta inquebrantable, y su entrega desinteresada, altruista y generosa… El general Belgrano, quien padeció las injusticias, las privaciones y la más cruel miseria, luchó, durante toda su vida, por una Patria de trabajo, esfuerzo, estudio, honestidad, educación y enseñanza. Dejemos de ser, los argentinos, la sociedad y el país del más de lo mismo, donde no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada, siempre se habla mucho de lo mismo, todos son iguales, todo da lo mismo y, todo termina siendo, más de lo mismo… Un país, donde inevitable e inexorablemente, pierde la persona buena honrada y laboriosa, que trabaja, y construye, de un modo anónimo y silencioso, la Patria nuestra, de cada día. Volvamos entonces, la mirada, al supremo y hermoso ejemplo moral, del general Belgrano…

El tan entrañable y emotivo Día del Padre, y la conmemoración, del centésimo nonagésimo octavo aniversario, de la muerte del abnegado e ilustre general Manuel Belgrano, acaecida en Buenos Aires, aquel triste y aciago martes 20 de junio de 1820; le ofrece a la expresión, canyengue y arrabalera del lunfardo, la oportunidad más indicada y propicia, a fin de reflexionar, sobre dichos temas, de una forma sincera y profunda. Hoy, más que nunca, los argentinos, necesitamos, con urgencia, de un modo apremiante y perentorio, el ejemplo aleccionador y tan edificante, del general Manuel Belgrano; un arquetipo o paradigma, de auténtico y cabal patriotismo, espíritu fraterno y altruista, rectitud, honradez, vocación de servicio  y, entrega amplia y generosa. Un bello y singular ejemplo, de probidad y justicia, magnanimidad, carácter bondadoso, austeridad, entereza moral y renunciamiento, frente a las actitudes mezquinas y egoístas, la falta de absoluto amor, hacia el terruño nativo, la maldad, el rencor, las ruindades humanas, la descomposición colectiva, y la horrenda y deleznable corruptela… Hoy, más que nunca, necesitamos el modelo orientador, los principios éticos, y los valores patrióticos, del general Manuel Belgrano, para superar y vencer, el siniestro y nefasto círculo vicioso, del más de lo mismo, en medio del contexto, de un país y una sociedad, donde no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada, siempre se habla mucho de lo mismo, todos son iguales, todo da lo mismo y, todo termina siendo, más de lo mismo…, un país y una sociedad, víctima de las superfluas y ligeras frivolidades, el constante clima de indiferencia, apatía, letargo y pavada y, las densas cortinas de humo, “que engrupen y empaquetan a muchos giles”; en los que, siempre pierde, de una forma fatal e inexorable, la persona buena, honrada y laboriosa, que trabaja, lucha, se esfuerza y sacrifica, heroicamente, y va construyendo así, la Patria nuestra, de cada nuevo día. Hoy, más que nunca, con el ejemplo y los valores del general Manuel Belgrano, debemos predicar y hacer docencia, positiva y saludable, recuperando el hábito, la conciencia y la sagrada cultura del trabajo, el estudio, la educación y la enseñanza. La Patria y el país, sólo tienen un porvenir posible: El camino de la Educación, la Honradez y el Trabajo; ese camino de instrucción público, laboriosidad, crecimiento, progreso y grandeza, por el que tanto bregó, el general Belgrano.

Al general Manuel Belgrano

Hoy, lo puedo junar, posta y cercano, y de pronto, el marote me carbura, porque chapo, debute, su figura, noble y fiel general, Manuel Belgrano. Hoy, lo puedo junar, de cayetano, con su flor de honradez, su mishiadura; sus principios, su lucha guapa y dura, y su vida, sin guita y sin afano… Hoy, lo puedo junar, con su bandera, su conducta chipola y verdadera, su humildad y su cuore, frate y puro… Y hoy, se siente un gran prócer afamado, cualquier chanta, atorrante y remanyado, que nos morfa la Patria del futuro.

A la memoria de mi viejo

Lo recuerdo tenaz y laburante, a lo largo de toda la existencia, con su ejemplo fetén y su presencia, sus valores bien altos y su aguante. Lo recuerdo de pie, forte y constante, – un chamuyo veraz, clara coherencia -; una facha de límpida decencia, y una acción, que yugó para delante… Lo recuerdo en mi infancia, ya lejana, con su amor, su polenta cotidiana, su canchera lección y su consejo. La cinchó sin parar, no tuvo un sope…, y hoy, que bato quien fue, llega al galope, la querida memoria de mi viejo.

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director organizador, del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.