Reflexión lunfarda: El gran ejemplo, de los nobles y gloriosos padres fundadores de Chivilcoy.

octubre 25, 2019 0 Por archivol
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Hoy más que nunca, debemos rescatar, reivindicar, revalorizar y emular, el aleccionador y hermoso ejemplo, de los fundadores de Chivilcoy; un ejemplo, de auténticos y verdaderos valores morales, trabajo, lucha, esfuerzo, rectitud y honradez; un ejemplo, de unión, solidaridad y generosidad, en favor del avance colectivo, el desarrollo común, de nuestra comunidad y, el crecimiento, el bienestar y la esperanza de todos los chivilcoyanos. Los Hombres como los árboles, se conocen y aprecian por sus propios frutos. Sigamos entonces, el gran ejemplo de los fundadores de Chivilcoy, y honremos y dignifiquemos, su querida memoria.

La reciente conmemoración, del 165 aniversario, del feliz y promisorio nacimiento, de nuestra ciudad bonaerense de Chivilcoy, aquel lejano e imborrable domingo 22 de octubre de 1854, nos ofrece ahora, la oportunidad evocativa, más adecuada y propicia, para recordar, de un modo espontáneo y altamente justiciero, a los ilustres y venerables padres fundadores, cuyos veintidós exactos nombres, incorporados a las páginas, la identidad, la idiosincrasia y, el hondo sentir de la historia lugareña, figuran en la cara frontal – grabados en el eterno mármol -, del magnífico e imponente Monumento a los Fundadores, inaugurado en los ámbitos de la plaza principal 25 de Mayo, el 22 de octubre de 1955, para la celebración del 101 aniversario. Y resurgen así, de pronto, regresando de un ayer, casi perdido y distante: Federico Soarez, Manuel Villarino, Manuel López, Cayetano Castro, Gabriel Ramírez, Calixto Calderón, Valentín Fernández Coria, Mariano Benítez, Juan Bruno Medina, Miguel Calderón, Gregorio Molina, Anastasio Chaves, Valentín Rebollo, Venancio Solano Saravia, Ángel Grego, Juan Gómez, Rafael Becerra, Hilario López, Hilario Vignales, el presbítero Roque Antonio Maceyra –primer cura párroco -, Francisco Laborde y Andrés Pierretti. Los fundadores de Chivilcoy, que retornan, entonces, del pasado, trayéndonos la nítida y especial memoria, de sus abnegadas vidas, sus arduas y empeñosas luchas, sus ansias progresistas,  sus mejores desvelos y, sus múltiples y efectivas obras y realizaciones. Los fundadores de Chivilcoy, que se caracterizaron por su notoria hombría de bien, sus arraigados principios morales, su firme y tesonera laboriosidad y, su extraordinaria y singular visión, de un luminoso porvenir, para nuestra comarca. Los fundadores de Chivilcoy, que de una forma fraterna, a lo largo de muchos años, de una fiel y sostenida actividad, bregaron sin pausa ni descanso, por el mayor desarrollo, el positivo avance y, el auspicioso engrandecimiento, de nuestro pueblo, que floreció una tarde soleada de primavera, en medio de la verde y agreste llanura bonaerense. Los fundadores de Chivilcoy, que nos dejaron un aleccionador y hermoso ejemplo de edificante trabajo, espíritu de unión y mancomunado esfuerzo, y sus altos y reconfortantes valores, de auténtico patriotismo, rectitud, desinterés pecuniario, desprendimiento, generosidad y, admirable honestidad.  Hoy, más que nunca, debemos predicar y sembrar, con el buen ejemplo y el testimonio de nuestra conducta, proba y honrada, y recuperar, ante todo,  los principios éticos y los valores morales y humanos, y  la mentalidad, el hábito, la conciencia y, la sagrada cultura del trabajo. Hoy, más que nunca, necesitamos enarbolar, como preciada y entrañable bandera, el importante y glorioso ejemplo de los fundadores de Chivilcoy; un ejemplo de trabajo, magnánima entrega, sacrificios, coraje, inquebrantable conducta e incuestionable honradez. Hoy, más que nunca, necesitamos menos palabras, vanas y vacías, y más hechos concretos y positivos, teniendo la lucidez y la suficiente capacidad de discernimiento, para diferenciar lo bueno de lo malo y, la verdad de la mentira. Hoy, más que nunca, a la luz y el calor del ejemplo, de los fundadores de Chivilcoy, debemos recobrar, reivindicar y valorar, a quienes trabajan, se esfuerzan y luchan, con  sano entusiasmo,  genuino tesón , entereza personal y límpida honradez.. Para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada, a fin de impedirlo; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo y, los Hombres, al igual que los árboles, se conocen por sus propios frutos. Recordemos siempre, y emulemos el ejemplo de los fundadores de Chivilcoy. Existe un único rumbo posible: Volver al camino de la Educación, la Honradez y el Trabajo.

A los fundadores de la ciudad de Chivilcoy, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director-organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Hoy, los juno otra vez, en lejanía, y los siento, más postas y cercanos, con la fuerza  pulenta de sus manos, su debute vigor y su energía. Hoy, los juno, y me copa, en este día, sus cancheras presencias, sin afanos; gran aguante, de criollos y paisanos, honradez bien chipola y valentía… Hoy, los juno, en el rioba del pasado, junto al surco, la pala y el arado, campaneando, garifos, el futuro… Y remanyo y admiro – lindas flores -, su onda guapa, su cacho de valores, y su ejemplo de fe, lucha y laburo.