Reflexión lunfarda: El país de las cortinas de humo…

Reflexión lunfarda: El país de las cortinas de humo…

julio 27, 2018 0 Por archivol
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Vivimos, en el país de las “cortinas de humo”, que suelen con frecuencia, distraer y entretener a la ciudadanía y la opinión pública, para encubrir y ocultar, la patética y verdadera realidad. Una realidad, de recesión económica, carencia de trabajo, injusticias y desigualdades sociales, nivelación hacia abajo, falta de oportunidades, marginación y empobrecimiento… Una realidad, del país del “más de lo mismo”, donde no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada, siempre se habla mucho de lo mismo, todos son iguales, todo da lo mismo y, todo termina inevitablemente siendo, más de lo mismo…; el país, en el que siempre, de un modo inexorable, pierde y se perjudica, la persona buena, honrada y laboriosa, que trabaja… El único rumbo futuro posible, es el camino de la EDUCACIÓN, LA HONRADEZ Y EL TRABAJO. La República Argentina, sólo podrá salvarse, no por arte de magia, sino por la obra y el gran milagro del TRABAJO.

En el seno de nuestra sociedad y del país, suelen abundar y proliferar, con reiterada frecuencia, las clásicas y eternas “cortinas de humo”, las cuales, tiene el claro y definido objetivo o propósito, de distraer, entretener y embaucar al ciudadano común, alejándolo de la patética realidad cotidiana y, de los serios y dramáticos problemas nacionales. Las “cortinas de humo” o pantallas escenográficas, que nos presentan y venden, de un modo manifiesto y elocuente, una imagen ficticia, artificial o fraguada, de la situación actual, y de los más diversos sucesos y episodios, de la existencia diaria. Las “cortinas de humo”, creadas, ex profeso, para desviar la atención, turbar y confundir al ciudadano común, víctima constante de las crisis económicas y financieras, los graves procesos inflacionarios, los recortes y ajustes, las injusticias y desigualdades, los incrementos de precios y tarifas, la recesión, el desempleo, las enormes y abrumadoras cargas y presiones, impositivas y tributarias y, el marcado y penoso empobrecimiento. Las “cortinas de humo”, en el marco y el contexto, de la sociedad y el país, del “más de lo mismo”, donde se prometieron, amplios y trascendentales cambios, y grandes y resonantes transformaciones, pero en verdad – atento al estado de cosas, y la carencia de resultados, concretos y positivos -, no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada, siempre se habla mucho de lo mismo, todos son iguales, todo da lo mismo y, todo termina, inevitablemente siendo, “más de lo mismo…”; el país, trucho y berreta, atado con alambre; el país del chanterío, el curro y el afano, en el que, indefectiblemente, como un karma fatal y un estigma inexorable, siempre pierde y se perjudica, la persona buena, honesta y laboriosa, que trabaja… Hoy, debemos, ante todo, predicar y sembrar, con el testimonio de nuestra conducta y el buen ejemplo de vida, recobrando o recuperando, los principios éticos, y los valores morales, humanos, patrióticos y espirituales, al igual que, la mentalidad y la sagrada cultura del trabajo, el esfuerzo, el estudio, la educación y la enseñanza. No podemos aguardar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo, y los Hombres, como los árboles, se conocen y aprecian por sus frutos, según las sabias palabras, del propio Jesús, en los textos evangélicos. Sólo hay un rumbo posible: El luminoso y esperanzado camino de la Educación, la Honradez y el Trabajo. La Argentina, logrará salvarse, no por arte de magia, sino por obra y milagro del Trabajo. Pensemos pues, en una futura Patria de trabajo, potencialidad productiva, lucha, esfuerzo, estudio, justicia social y bienestar colectivo, lejos, entonces, de aquellas “cortinas de humo”, que nos distraen y entretienen, con vulgares frivolidades, para ocultar la horrenda y deplorable realidad, de la parálisis económica, la nivelación hacia abajo, la marginación social y la miseria…

Cortinas de humo, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director-organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

 Cortinas, cortinas de humo, que engrupen a la gilada, mientras se rajan los años, y no cambia nunca nada… Cortinas – puro chamuyo -, del bolazo y el camelo, que con algún cuento chino, te empaquetan, hasta el cielo… Cortinas, del lungo espiche, y la imagen engañosa, que te chapan la croqueta, y te lavan la piojosa… Cortinas, que te convierten, en salame y zanagoria, vendiéndote, por la tele, una nueva y trucha historia… Cortinas, del espamento, y la facha extraordinaria, para tapar la injusticia, el afano y la malaria. Cortinas, de la apariencia, – todo un globo remanyado -, sólo cáscara vacía, berreta cartón pintado… Cortinas, que nos ocultan, el panorama tan duro: Poco guita en el bolsiyo, y la falta de laburo… Cortinas, de la sanata, y del mentido optimismo, con idéntica milonga, y el siempre más de lo mismo… Cortinas, que te engatusan – verso, mula y milanesa -, para embaucar a los opas, morfándoles la cabeza… Cortinas, de las macanas, – mucha fulera basura -, mientras siguen las tramoyas, y la triste mishiadura… Cortinas, de las caretas, – minga de honesta verdad -, que distraen y disfrazan, nuestra fiera realidad. Cortinas, cortinas de humo, – estilo chanta y pavada -, que hacen punta, cada día, engrupiendo a la gilada.