Reflexión lunfarda: Ir por la Vida, en la Argentina, del más de lo mismo…

enero 25, 2019 0 Por archivol
Compartir

La tan conocida y reiterada expresión «Ir por la Vida», que solemos escuchar, con repetida frecuencia, en distintos ámbitos y círculos sociales, nos invita hoy a meditar, de un modo profundo y reflexivo, acerca de este tránsito y recorrido, a lo largo de la existencia humana; un recorrido, muchas veces lleno, de difíciles  escollos, serios tropiezos y penosas adversidades. El «Ir por la Vida», con un corazón noble y transparente, y un espíritu de lucha, tenacidad y esfuerzos cotidianos, para enfrentar así, cada nuevo desafío y circunstancia, que surjan y afloren, a través de los distintos tramos y etapas del camino… El «Ir por la Vida», con un bagaje de hermosos sueños, venturosas ilusiones y alentador optimismo, pensando acaso, en nuevas y brillantes perspectivas futuras y, en un porvenir feliz, auspicioso y progresista. El «Ir por la Vida», dentro del contexto y la situación real, de esta Argentina del más de lo mismo, donde, por desgracia, no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada, siempre se habla mucho de lo mismo, todos son iguales, todo da lo mismo y, todo termina, inexorablemente siendo, más de lo mismo; el país trucho y berreta, atado con alambre, en el que hay gente que, se ha hecho y se hace rica, de una manera ilícita, sin trabajar, y contrariamente, siempre pierde, se perjudica y se funde, en la faz económica, la persona buena, honrada y laboriosa, que trabaja… El «Ir por la Vida», de la mejor forma, sin odios, rencores, mezquindades, soberbia y egoísmos, intentando sembrar en las almas, el amor hacia el prójimo, la humildad, la justicia, la verdad, el sentido fraterno y, una actitud de servicio,  generosa y solidaria. «Ir por la Vida», predicando con el buen ejemplo, para recuperar los principios éticos y los valores morales, como asimismo, la mentalidad, la conciencia y, la sagrada cultura del trabajo. Los Hombres, al igual que los árboles, se conocen por sus propios frutos, y para que triunfe el mal, sólo se necesita que, los buenos no hagan nada, a fin de impedirlo… Existe un único rumbo posible: Volver al sendero de la Educación, la Honestidad y el Trabajo.

Ir por la Vida, soneto lunfardo de Carlos Armando Costanzo, fundador y director-organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Aquí voy, pedaleándola, en la Vida, con mi alegre y mistonga bicicleta, mientras guapo y de frente, doy la jeta, y la yugo, con fuerza sostenida. Aquí voy, aguantando esta partida, – siempre atenti y despierta la croqueta -, para nunca tirarme a la pileta, de la triste malaria, no querida… Aqui voy, con mi bici, muy sonriente, por las yecas del rioba, diariamente, mientras siembro, algún cacho de enseñanza… Y a pesar de los chantas, todavía, creo en el bien, la parola del gomía, el amor, la honradez y la esperanza.