Reflexión lunfarda: La soñada primavera de Argentina, para salir del país del siempre lo mismo: El país del obscuro y tenebroso invierno, sin proyectos, futuro ni destino alguno…

Reflexión lunfarda: La soñada primavera de Argentina, para salir del país del siempre lo mismo: El país del obscuro y tenebroso invierno, sin proyectos, futuro ni destino alguno…

septiembre 17, 2020 0 Por archivol
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A pesar de las adversas y penosas circunstancias actuales, hay quienes soñamos todavía, la feliz y soleada primavera de una Argentina laboriosa, pujante y progresista, de cara a un porvenir venturoso y esperanzado, para todos. Una Argentina, con el objetivo y el proyecto de la sagrada Cultura del Trabajo, las actividades hacedoras y productivas y la generación de bienestar económico y riqueza. Una Argentina, donde no ganen los chantas, malandras y delincuentes, y siempre, siempre pierda y termine fundiéndose, el anónimo y heroico laburante…

La fragante y luminosa primavera de una Argentina, que disipe la fría y obscura noche del país de un tenebroso y escalofriante invierno lleno de tristezas, angustias, incertidumbres, mentiras y falsedades, pantallas y cortinas de humo, desazón, desaliento, ausencia de perspectivas y expectativas, rencores, antinomias, egoísmos, injusticias, corruptelas, impunidades, zozobras y múltiples penurias, sociales y comunitarias. Un país, donde suele ser todo lo mismo, todo da lo mismo (un individuo decente o un maleante) y siempre pierde el hombre de bien y honesto, que trabaja…

La ansiada y entrañable primavera de una Argentina, que con su vigor profundo y palpitante, su fuerza tenaz y vivificadora y, sus cálidas y hermosas ilusiones, deje atrás el país que nivela hacia abajo, desconoce los auténticos y verdaderos méritos y un legítimo y equitativo sistema de premios y castigos, e infortunadamente necesita la ignorancia y la miseria dependiente, para continuar siendo la Argentina del siempre lo mismo…

La especial y anhelada primavera de una Argentina, que llegue de pronto hasta nosotros, y nos traiga el júbilo, el encanto y la belleza de un paisaje distinto, frente al fatal y eterno círculo vicioso del país del siempre lo mismo, donde las cosas siguen como están, no cambia nada (pues no existen el menor propósito, el ínfimo interés o la más mínima intención de cambiar nada), nunca pasa nada, todo queda en la nada (porque jamás surgen culpables ni responsables de nada), siempre se habla mucho de lo mismo, todo es igual, todo da lo mismo y, todo termina inexorablemente siendo, la Argentina del siempre lo mismo… La Argentina, en la cual hay gente que se ha hecho rica de modo ilícito; otros, viven de arriba, sin trabajar, y por desgracia, siempre termina perdiendo, se perjudica, se empobrece y, hasta se funde, la persona buena, honrada y laboriosa que trabaja, lucha, se sacrifica y abona sus impuestos y obligaciones fiscales y tributarias.

La triunfal y rutilante llegada de la primavera, que pueda traernos, como un singular y sublime milagro, la pronta recuperación de los principios y los valores  humanos, patrióticos y espirituales, el sentido ético, la conciencia moral y, la mentalidad, el hábito profundo y arraigado y la fundamental y sagrada Cultura del Trabajo. La llegada de la primavera, que venga a murmurarnos al oído – así un día despertamos -, que: “No podemos aguardar resultados distintos haciendo siempre lo mismo; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada a fin de impedirlo; en el mundo cosecharemos lo que hemos sembrado y, los Hombres al igual que los árboles, se conocen y aprecian por sus propios frutos”.

La gloriosa llegada de la primavera, que sabe colocar ante nuestros ojos, un único rumbo posible: El esperanzado y resplandeciente camino de la Educación, la Honestidad y el Trabajo. Y que de este modo, logre desaparecer el sombrío y angustioso invierno, del dolor, la pesadumbre, las depresiones, la gran calamidad económica y la desesperanza, y florezca finalmente, el perfumado y fragante aire primaveral de la Cultura del Trabajo, la producción, el desarrollo, el aliento de progreso y, el dulce y merecido bienestar de todos los argentinos.

La primavera de Argentina, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

TE la bato, chabón: Hoy, yo quisiera, que en una posta y límpida matina, renazca a todo trapo, la Argentina, como lunga y chipola primavera. Qué se borre la mufa, triste y fiera, y qué vuelva a la yeca y cada esquina, la alegría banana y tan genuina, con su cuore y su facha más canchera. Qué se pianten las broncas del invierno, la injusticia, el camelo casi eterno, la  malaria feroz, que tanto avanza… Y despierten, sin grupo y sin afano, el laburo del morfi cotidiano y el jardín bien pintón de la esperanza. Ojalá, que nos chape la llegada de este debute sol primaveral, y florezca, fetén y renovada, una Patria pulenta y fraternal.