Reflexión Lunfarda: Las falsas promesas de cambio, en el país de lo mismo…

Reflexión Lunfarda: Las falsas promesas de cambio, en el país de lo mismo…

abril 27, 2018 0 Por archivol
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Las falsas promesas de cambio, que se convierten después, en una maquiavélica maniobra de «Gatopardismo»: Hay que cambiarlo todo, para que nada cambie…Las falsas promesas de cambio, que concluyen después, en meras y vanas palabras; jamas cambia nada; nadie resulta responsable de nada, y al final, al final de esta repetida historia, siempre termina perdiendo, el hombre bueno, honrado y laborioso, que trabaja…

La voz canyengue y arrabalera del Lunfardo, nos invita a reflexionar hoy, sobre el aspecto negativo y pernicioso, de las falsas promesas de cambio, todo un conjunto de mentiras, falacias y patrañas, que acentúan y profundizan, en el seno de la población y la ciudadanía, la real y palmaria percepción o impresión del “más de lo mismo”, y un triste y muy penoso sentimiento de frustración, decepción, defraudación, desconsuelo, desengaño, desaliento y desesperanza… Las falsas promesas de cambio, anunciadas de un modo ampuloso, grandilocuente y rimbombante, las cuales, después, sucumben, frente a la carencia absoluta, de resultados concretos y valederos, la total inacción, la falta de hechos tangibles, la rutinaria inercia y la enorme inoperancia… Las falsas promesas de cambio, en medio del país, trucho y berreta, atado con alambre; el país, del “ curro y el afano”, en que el que no existen nunca, culpables o responsables, de las graves crisis económicas, los episodios delictivos y los casos de corruptela, y siempre pierde, la persona buena, honesta y trabajadora, que con su ardua labor cotidiana, se esfuerza, sacrifica y lucha, construyendo y levantando, la Patria nuestra de cada día, e infortunadamente, es víctima de las presiones tributarias, las cargas fiscales e impositivas, el vertiginoso ritmo inflacionario, los exorbitantes incrementos, de precios y tarifas, de todos los servicios públicos, los ajustes financieros, la inseguridad callejera, la incertidumbre laboral y la miseria… Las falsas promesas de cambio, dentro del contexto, del país y la sociedad, del “más de lo mismo”, donde, por desgracia, no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada, siempre se habla mucho, de lo mismo, todos son iguales, todo da lo mismo y, todo termina, inexorablemente siendo, más de lo mismo… Las falsas promesas de cambio, convertidas, en meras y vanas palabras circunstanciales, que se diluyen o disuelven, en el tiempo, sin ninguna transformación, digna de apreciarse. Las falsas o espurias promesas de cambio, que suelen esconder, la obscura y subterránea intención, de un cínico e inescrupuloso “gatopardismo”: “Hay que cambiarlo todo, para que nada cambie…” No podemos aguardar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada, a fin de impedirlo y, los hombres, como los árboles, se conocen por sus propios frutos… Debemos predicar y sembrar, con el claro testimonio de nuestra conducta, y el buen ejemplo de vida – un ejemplo aleccionador y edificante -, recuperando o recobrando, los principios éticos y los valores morales, humanos, patrióticos y espirituales, al igual que, la sagrada cultura y la conciencia del trabajo, el esfuerzo, el estudio y la enseñanza; el amor hacia el prójimo, la humildad, la modestia, la nobleza interior, la honradez, la rectitud, la justicia, la verdad, la fraterna solidaridad, la generosidad y la transparencia… Dejemos de ser, el lamentable y deplorable país, del “más de lo mismo”, donde jamás cambia nada, se nivela e iguala, siempre abajo, y al final – dato cierto y patético -, termina siempre perdiendo “aquel que labura”. Soñemos e imaginemos, para el porvenir, una sociedad y un país distintos. Únicamente, hay un sendero futuro: el camino de la Educación, la Honradez y el Trabajo…

El país de lo mismo, por Carlos Armando Costanzo, fundador-organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Y la palabra del Lunfardo, ahora, nos dice: Basta de ser, el ispa de lo mismo, los curros, la avivada y el afano, el ajuste fulero y cotidiano, las broncas, la ambición y el egoísmo… Basta de tanto lungo pesimismo, la matufia total, de cayetano; el fato de meter, siempre la mano, la falta de pulenta patriotismo… Basta de tantos chorros y chantunes, el camelo que engrupe a los gilunes, la malaria y el morfi que no alcanza… Y junemos, al fin – milagro diario -, un ispa, más fratelo y solidario, de honradez, de laburo y de esperanza.