Reflexión lunfarda: Levantar a la Patria, en el país del siempre lo mismo…

Reflexión lunfarda: Levantar a la Patria, en el país del siempre lo mismo…

marzo 6, 2020 0 Por archivol
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La página reflexiva de la fecha, nos invita a meditar, de un modo serio y profundo, acerca de la imperiosa y fundamental necesidad, de levantar hoy,  a nuestra Patria, de su tan arraigadas y repetidas crisis, la honda postración, la decadencia, el marasmo, el largo sopor, la regresión y degradación, el ocaso y el notorio y manifiesto estancamiento… Levantar a nuestra Patria, como un deber crucial y esencial de todos los argentinos, para encontrar después – luego de atravesar un túnel de negra obscuridad, sombras tenebrosas, zozobras e incertidumbres -, un sendero de luz, bonanza, ventura y esperanzado horizonte, que nos encamine hacia el crecimiento, el progreso, el bienestar, el desarrollo y, las mejores expectativas y perspectivas de futuro. Levantar a nuestra Patria, de una manera unida y fraterna, dejando atrás las grietas, brechas y divisiones, los perversos odios y rencores, los nefastos antagonismos, los intereses espurios, las mentiras e hipocresías, las falsas apariencias, el cartón pintado, las engañosas cortinas de humo, las actitudes egoístas, ruines y mezquinas, las viles miserias humanas, y las ambiciones exorbitantes y desmedidas… Levantar a nuestra Patria, con la nobleza, la honradez y la verdad,  espíritu fervoroso y tesonero, sentido de la solidaridad, la aruda lucha y el fiel compromiso,  proyectos e inquietudes constructivas, voluntad férrea y empeñosa, múltiples y edificantes iniciativas, firme y renovada pujanza y, una laboriosidad sostenida y permanente, lejos de la inacción, la desidia, la inercia, la holgazanería y la inoperancia… Levantar a nuestra Patria, a pesar de la sociedad y el país del siempre lo mismo, donde las cosas siguen como están, no cambia nunca nada ni nunca pasa nada, todo queda en la nada (impunidad total y absoluta), siempre se habla mucho de lo mismo, todo es igual, todo da lo mismo y, todo termina inexorablemente siendo, más de lo mismo… El país y la sociedad, de los curros, el afano, los malandras, el grupo y el chanterío, en los que encontramos a gente que, se ha hecho y se hace rica, de una manera ilegal o ilícita, viviendo de arriba sin laburar, y contrariamente, siempre pierde, se perjudica, se empobrece y, hasta se funde, desde el ángulo económico, las personas buenas, honradas y laboriosas, que trabajan, víctimas de los ajustes y recortes fiscales, los abrumadores impuestos, las cargas tributarias y las intensas y reiteradas presiones impositivas… Hoy, más que nunca, debemos levantar a nuestra Patria, predicando y sembrando con el testimonio de la recta y proba conducta y buen ejemplo de vida, y recuperando los principios éticos y los valores morales y humanos, como asimismo, – más allá de la amplia y generalizada cobertura de cooperación y asistencialismo, de orden social -, la mentalidad, el hábito, la conciencia y, la sagrada cultura del Trabajo. No podemos aguardar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada, a fin de impedirlo; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo y, los Hombres al igual que los árboles, se conocen y aprecian por sus propios frutos… Sólo existe una senda posible, en la difícil y compleja tarea de levantar a nuestra Patria: El rumbo de la Educación, la Honestidad y el Trabajo… Sin trabajo genuino, perseverante lucha y esfuerzo mancomunado,  jamás se levantará la Argentina…

Levantar a la Patria, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Levantemos la Patria, che, gomía, poniéndola de pie – balurdo duro -, con un cuore de amor y de energía, y un  embale canchero y muy seguro. Levantemos la Patria – lindo día -, con un flor de entusiasmo, lungo y puro, un montón de polenta y la alegría macanuda y profunda, del laburo. Levantemos la Patria, bien chipola, sin afanos, más verso ni parola, de una forma tenaz, cada matina… Y al final, con orgullo, chamuyemos: Esta Patria debute que tenemos, es la posta República Argentina.