Reflexión lunfarda: Oración del Año Nuevo 2020

Reflexión lunfarda: Oración del Año Nuevo 2020

diciembre 27, 2019 0 Por archivol
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La inminente finalización, del presente año 2019, y el próximo comienzo del Año Nuevo 2020, nos ofrecen la ocasión, más adecuada y propicia, para elevar, de un modo auspicioso y esperanzado, una espontánea y fervorosa plegaria, frente al amplio y luminoso horizonte, que nos abre el cielo del futuro. Una oración de paz, amor, unión, fraternidad, trabajo, solidaridad, pujanza, progreso y optimismo, que despierte y avive en nosotros, los mejores y más bellos anhelos y sueños, y las mejores y más halagüeñas perspectivas y expectativas, ante el porvenir. Una oración, que alimente y acreciente, en el fondo de nuestros corazones, una intensa y brillante llama, de gozo interior, sosiego espiritual y desbordante alegría; satisfaciendo la urgente necesidad, de recobrar la fe, la credibilidad y la confianza, en el país, las acciones humanas y la gente. Una oración, con el íntimo y particular deseo de que, un día  no muy lejano, dejemos de ser la Argentina del siempre lo mismo, donde las cosas continúan como están, no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada, siempre se habla mucho de lo mismo, todo es igual, todo da lo mismo y, todo termina inexorablemente siendo, siempre lo mismo… La Argentina, de las desigualdades e injusticias, el egoísmo y la ambición, los actos ilícitos,  la impunidad y la corruptela, la falsedad y las notorias  frivolidades, el mero aspecto exterior, las densas cortinas de humo, las vanas y mentidas palabras, las superfluas apariencias, el verso, el camelo  y, el típico y arraigado chanterío… La Argentina,  en la cual, hay individuos que, se han hecho y se hacen ricos, viviendo de arriba, sin laburar, y contrariamente, siempre pierden, se perjudican, empobrecen y hasta se funden, desde el ángulo económico y financiero, las personas buenas, honradas y laboriosas que luchan, se esfuerzan y trabajan, desalentadas y acobardadas, abrumadas y agobiadas y,  exhaustas y agotadas, en su capacidad contributiva,  por los tremendos ajustes fiscales (aplicados exclusivamente, contra los pobres  laburantes), la montaña de impuestos, las cargas tributarias y las presiones y exigencias impositivas… Ni más ni menos, que la Argentina, del eterno círculo vicioso del siempre lo mismo, con tres constantes, fatales e invariables: La nivelación hacia abajo, especialmente, en materia educativa; nunca existen culpables ni responsables de nada (la impunidad más absoluta), y al final…, al final  termina perdiendo, la persona honesta,  que labura… Hoy, en  vísperas de un Año Nuevo, debemos predicar y sembrar, con el testimonio de nuestra recta y proba conducta,  y el buen ejemplo de Vida, y todos juntos, recuperar los principios y valores morales, como asimismo, el sentido y la actitud de promoción, estímulo y fomento, de la mentalidad, la conciencia social y, la sagrada cultura del Trabajo. No podemos esperar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada, a fin de impedirlo; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo y, los Hombres, al igual que los árboles, se conocen y aprecian por sus propios frutos… ¿Cuál es el único rumbo posible? Volver al camino de la Educación, la Honestidad y el Trabajo.

Oración lunfa del Año Nuevo, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director-organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Yo te pido, Señor – capo y hermano -, que en el año pulenta, que ya empieza, tengamos una Patria de nobleza, sin más broncas, sin grupo y sin afano. Una Patria, de embale cotidiano, sin bajones, sin fiaca ni tristeza, con el morfi pintón, sobre la mesa, y el sentir solidario, de una mano… Patria guapa y debute, cada día, con chamuyos de paz y de alegría, el embale optimista y la pujanza… Y que así, che, Señor, frente al futuro, nos cope la Argentina del laburo, la unión forte y fratela, y la esperanza.