Secuestro y asesinato, de los abogados chivilcoyanos, Obdulio Aníbal De Vito y Oliverio Luis Capellini (1975).

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img_1915La aciaga y trágica noche, del miércoles 17 de diciembre de 1975, a través de un rápido y siniestro operativo comando, se registró el secuestro, de los jóvenes abogados chivilcoyanos, Dres. Obdulio Aníbal De Vito, de 33 años de edad, y Oliverio Luis Capellini, de 27 años, quienes pocas horas más tarde, fueron hallados muertos (amordazados y acribillados a balazos, de diferentes calibres), en las proximidades geográficas, de la ciudad bonaerense de Cañuelas, sobre un camino, en dirección a la localidad de Gobernador Udaondo. Asimismo, dicho comando extremista, esa misma noche del 17 de diciembre, de un modo brutal e incalificable, hubo de atentar, con artefactos explosivos e incendiarios, contra la sala del Teatro Independiente “El Chasqui”, ubicada en la calle General Rodríguez Nro. 70, destruyéndola, prácticamente, por completo. El asesinato de los dos profesionales del Derecho, y el atentado contra “El Chasqui”, provocaron un gran estupor y una profunda consternación, en el seno de toda la comunidad, y el periodismo, y diferentes entidades, asociaciones gremiales y sectores, de nuestro medio, hubieron de repudiar, de una manera enérgica y vehemente, el cruel y violento episodio, que alcanzó una inmediata repercusión, en las páginas y columnas, de la prensa nacional. En noviembre de 2016, por iniciativa del polifacético y entusiasta, fotógrafo, investigador del pasado local, y ex concejal municipal, Luis Ángel Desía, una ordenanza del Honorable Concejo Deliberante, le impuso el nombre del Dr. Obdulio Aníbal De Vito, a la «Dirección de Asuntos Legales», de la comuna local. Recordemos que, el Dr. Devito, fue asesor letrado del municipio, en 1973, durante la administración del señor Edgar Ángel Frígoli.

La Memoria, soneto del procurador Dr. Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Conservemos despierta la memoria, de los hechos y etapas transcurridas, rescatando las cosas ya perdidas, e un túnel de larga trayectoria… Conservemos la esencia de la historia, junto al hondo recuerdo de otras vidas, y soñemos las horas presentidas, del futuro y su imagen promisoria. Mantengamos bien nítido y vigente, el libro del ayer, y firmemente, luchemos con pasión, por difundirlo… La experiencia murmura a nuestro lado: “A los pueblos que olvidan su pasado, el tiempo los condena a repetirlo”.