Un acto patriótico, y otros sucesos chivilcoyanos, del mes de julio de 1927
El capítulo evocativo de hoy, lo dedicaremos a recordar, un interesante acto, o “Velada Patriótica”, que llevaron a cabo, los estudiantes del viejo Colegio Nacional, y la Asociación de Maestros, de Chivilcoy, el día 8 de julio de 1927, en vísperas de la gloriosa efemérides patria, en las instalaciones, del imponente y majestuoso. Teatro Español, de la Asociación Española de Socorros Mutuos. Dicha Velada, se inició, con un discurso de apertura, a cargo del alumno, Antonio Magrino, presidente del Centro de Estudiantes, del Colegio Nacional, y seguidamente, brindó una disertación, el notable y prestigioso, jurisconsulto, dirigente político y hombre público argentino, Dr. Carlos Sánchez Viamonte (1892-1972). Después, en una segunda parte del programa, tras la actuación de un conjunto orquestal, se hubo de representar, la pieza escénica, titulada “Su Excelencia, de incógnito”, un divertido y atrayente sainete, en el que participaron los alumnos: María Rosa de Julis, Lyda Sara Iriarte, Arnoldo Ayarza, Juan Salinardi, Agustín Correa, Adolfo Magrino, José M. Leal, Alberto Callegari, Waldemar Orellano, Humberto Vairo y N. Vallerga. Puntualicemos que, el Colegio Nacional, abrió sus puertas, y comenzó su ciclo lectivo, el 17 de mayo de 1914, instalándose, en una antigua y tradicional casona, perteneciente a la familia Badano; la cual, se encontraba ubicada, en la intersección, de las calles San Lorenzo y Garibaldi. Allí, funcionaba el Colegio, bajo la firme y segura conducción, del caracterizado e ilustre rector, arquitecto Don Abel Basso Dastugue (1891-1944), en 1927. Su actual sede, de estilo colonial español, situada sobre la venida Calixto Calderón Nº 25, se inauguró, con posterioridad, el 17 de mayo de 1939.También, en el mes de julio de 1927, -precisamente, el día 9, a la hora 14-, organizada por el Club Ciclista Chivilcoy –una entidad pionera, del deporte del pedal, en nuestra ciudad, que tenía su sede, en la intersección de la avenida Soarez y la calle Rosetti-, se realizó una importante competencia, en el estadio de la Federación Chivilcoyana de Deportes. En la citada carrera, hubieron de participar, los jóvenes ciclistas locales: Vicente Defelipe, Héctor Fassi, Domingo Mármora, Elfides Robiani, Edmundo Médice y Luis Fontán. Por otra parte, en julio de 1927, la entonces Federación Chivilcoyana de Deportes –institución fundada el 23 de octubre de 1925, y hoy, Liga Chivilcoyana de Fútbol-, efectuó una licitación pública, con el propósito de construir, en los ámbitos del estadio, ubicado frente a la plaza Mariano Moreno, unos 100 metros, de gradas de madera, de 5 escalones cada una, y de 500 metros de asientos, para ofrecer mejores condiciones, y mayor comodidad, del numeroso público asistente, a los distintos cotejos futbolísticos, que se disputaban, en la mencionada cancha. Recordemos que, el inolvidable estadio de la Federación, se había inaugurado, el 9 de julio de 1926, y fue demolido, unos sesenta años más tarde, en el mes de agosto de 1987. Además, debemos agregar, como dato curioso y significativo, que en el mes de julio de 1927, unos días después, de la celebración de la Independencia Nacional, se registró la penosa caída, de la estatua, de la Diosa Hebe, que engalana y embellece, la fuente central, de la plaza 25 de Mayo. Según, la información periodística de la época, dicha estatua, sufrió una rotura, en dos o tres porciones o partes, y a raíz de ello, las autoridades municipales –era jefe comunal, Don Enrique G. F. Taramasco-, dispusieron, su pronta reconstrucción. Seguramente, la de julio de 1927, fue la primera caída, de este auténtico y verdadero símbolo o emblema, de la identidad y la idiosincrasia ciudadanas, y la historia de Chivilcoy.
Volver a nuestra historia, por Carlos Armando Costanzo, fundador y director-organizador, del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Con los ojos mirando hacia el pasado, y un recuerdo feliz, de antigua gloria, volvamos hoy, de pronto, a nuestra historia, por un largo camino, ya olvidado… Retornemos al tiempo tan soñado, del progreso, la lucha y la victoria; y tengamos, muy viva, la memoria, de ese ayer, que los años han dejado… Conozcamos así, nuestras raíces, las figuras, los hechos, los matices, el terruño y los aires comarcanos… Y gozando la paz y la armonía, sintamos con orgullo y alegría, que hoy somos, mucho más chivilcoyanos.
