Una exposición, del gran escultor chivilcoyano, Antonio Bardi, en febrero de 1936.

Una exposición, del gran escultor chivilcoyano, Antonio Bardi, en febrero de 1936.

febrero 28, 2018 0 Por archivol
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El gran escultor y docente chivilcoyano, profesor Antonio Bardi, nacido el 5 de mayo de 1909, y fallecido el 25 de mayo de 1988.

La página evocativa, de hoy, nos recuerda, de un modo cálido y justiciero, una plausible y promisoria exposición juvenil, de índole artística – presentando algunos de sus meritorios trabajos -, que hubo de llevar a cabo, en el mes de febrero de 1936, en el suntuoso salón del fiestas, del Club Social, de nuestra ciudad, el singular y prestigioso escultor, docente y hombre público chivilcoyano, profesor Don Antonio Bardi, toda una honrosa y destacada figura, del historial lugareño. En dicha oportunidad, se exhibieron diferentes obras, tales como un busto, del Dr. Florencio Varela, y las denominadas: “Box”, “Ausencia” y “Claudicación”, junto a dos placas mortuorias, en homenaje y memoria de Luis Naberbury y del pintor y dibujante, Virginio Leban, un ex alumno, del ilustre maestro italiano, profesor Pompeo Boggio, desaparecido en plena juventud, en aquella década de 1930. El profesor Don Antonio Bardi, había nacido el 5 de mayo de 1909, en el hogar de Don José Juan Bardi y Doña Agustina Lignana, y cursó sus estudios, en las aulas, de la antigua y tradicional Academia de la Cárcova, de Chivilcoy, bajo la dirección del maestro Pompeo Boggio, y con posterioridad, en los ámbitos de la Academia de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón”, de Buenos Aires, donde hubo de graduarse, como profesor de Dibujo, hacia el año 1954. Ejerció la enseñanza, en el  Ateneo de la Juventud “Dr. Juan Bautista Alberdi”, en distintos establecimientos educativos locales, y asimismo, en la vecina ciudad de Bragado; fundó y organizó, en 1958, una Escuela de Dibujo, en las instalaciones de la Escuela primaria Nro. 2 “Dr. Antonio Bermejo”, y fue, dentro de la faz pública gubernativa, Delegado Municipal, de la localidad de Moquehuá, comisionado comunal interino, desde el 6 de febrero hasta el 1 de mayo de 1948, y Director de Cultura, del municipio, en 1974, bajo la administración del intendente, Don Édgar Ángel Frígoli. Durante su gestión, se le impuso al Museo Municipal de Artes Plásticas, el entrañable y glorioso nombre, del profesor Pompeo Boggio (1880 – 1938), magnífico propulsor y, auténtico y glorioso padre espiritual, de la vida pictórica chivilcoyana. De las importantes realizaciones, del profesor Don Antonio Bardi, mencionaremos ahora: el busto del Dr. Florencio Varela, en la plaza homónima, inaugurado el 22 de octubre de 1936; el busto del escritor español, Miguel de Cervantes Saavedra, en la plaza España, que hubo de inaugurarse, oficialmente, el 22 de octubre de 1940; el busto del Dr. Mariano Moreno, en la plaza homónima, inaugurado el 21 de octubre de 1951; el monumento a la Madre, ubicado en la plaza Moreno, que se inauguró en 1960; el busto del predicador cristiano, Don Pascual Aulisio, en el Cementerio Municipal, inaugurado el 27 de enero de 1961; el busto del poeta Carlos Ortiz, en la entrada o acceso, de la Escuela primaria Nro. 28, inaugurado en noviembre de 1963; el busto del Dr. José León Suárez, en la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”, de nuestra ciudad, etc. El profesor Don Antonio Bardi, falleció el 25 de Mayo de 1988, a los 79 años de edad. En mayo de 1991, el polifacético y destacado investigador del pasado lugareño, artista plástico, poeta, escritor y docente, procurador Juan Antonio Larrea, editó el volumen “Antonio Bardi – Escultor – Maestro –“, una ilustrativa e interesante semblanza, de esta genuina y verdadera personalidad del arte y el quehacer cultural, de Chivilcoy.

El profesor Antonio Bardi, en los versos del poeta Rodolfo López.

El inspirado y sentido poeta local, Rodolfo López (1901 – 1976), le dedicó al profesor Don Antonio Bardi, un exquisito y bello soneto, publicado en el número 6, de la revista “Biófilos (Amantes de la Vida)”, del 24 de noviembre de 1935; una publicación quincenal, fundada y dirigida, por los hermanos, Carmen y Domingo Mundo. Los citados versos, puntualizan: Su sencillez magnánima, realza la grandeza de su sentir profundo. Lleva constantemente, la chispa precursora que ilumina la mente, a los privilegiados que adoran la belleza. Su ademán, sus modales, son toda gentileza, y en todos los instantes se expresa dulcemente; es todo un caballero que dice lo que siente, y lleva por escudo, por norma, su entereza. Es un nuevo poeta que dejó la cuartilla y formó sus poemas en el bronce y la arcilla. Es un hijo de Apolo, es un Fidias moderno. Y en sus sueños de artista, con su testa tan recia, ha viajado por Roma, por París y por Grecia, y ha traído consigo, lo divino y lo eterno.