Evocaciones de la historia chivilcoyana: Sucesos del mes de Enero…
El 25 de enero de 2021, dejó de existir, a los 84 años de edad, el reconocido y destacado médico y hombre público chivilcoyano, Dr. Juan Carlos Ferzola, quien, a lo largo de varias décadas, de una fiel y constante trayectoria, desarrolló una significativa y apreciable labor, dentro de la esfera del ejercicio profesional, los ámbitos de la actividad política y, en el seno de diferentes instituciones de nuestro medio. Integró el grupo fundador de la Clínica del Carmen, de Chivilcoy, inaugurada el 2 de diciembre de 1979, la cual, cerró sus puertas, en el mes de diciembre de 2013; se desempeñó como secretario de Bienestar Social de la comuna, durante la gestión del intendente, Dr. Rodolfo Bardengo; ocupó una banca de edil, en el recinto del Honorable Concejo Deliberante local y, ejerció el cargo de intendente municipal de nuestra ciudad, desde el 10 de diciembre de 1999, hasta el mes de diciembre de 2003. Además, estuvo al frente del Club Gimnasia y Esgrima de Chivilcoy, como presidente de dicha entidad. Había nacido, el 14 de septiembre de 1936.
El 27 de enero de 1942, se fundó el Centro Cultural Juvenil “Carlos Ortiz”, una entidad que, surgió merced a la iniciativa del caracterizado y prestigioso poeta, escritor, ensayista, crítico, periodista en licenciado en Letras, Nicolás Antonio Cócaro (1926 – 1994). Dicho Cetro, congregó en su seno, a un apreciable número de adolescentes y jóvenes de la época y, desenvolvió una meritoria actividad, promoviendo y fomentando actividades de índole artística y creativa, hasta su desaparición, un tiempo después.
El 27 de enero de 1977, a la edad de 60 años, falleció el recordado artista plástico, poeta y músico chivilcoyano, Antonio Donato Ginnetty, quien desarrolló, durante varias décadas, una entusiasta y singular labor, dentro del plano pictórico y la vida cultural, de nuestra ciudad. Espíritu soñador y, fervoroso amigo de las tertulias, veladas y encuentros, y de noches de guitarras, canto, serenatas, melodías y romántica bohemia, de un modo decidido y empeñoso, con un fino y sutil criterio estético y, un manifiesto y plausible éxito, hubo de llevar a cabo la importante restauración, de la estatua de la emblemática y bella Diosa Hebe, que se levanta en el centro de la fuente, de la plaza principal 25 de Mayo. Antonio Donato Ginnetty, había nacido en 1916.
El 27 de enero de 1960, dejó de existir, a la edad de 70 años, el querido e inolvidable predicador cristiano Don Pascual Aulisio – Pascualito -, quien, a lo largo de cuatro décadas, desarrolló y llevó a la práctica, una fecunda y admirable labor de asistencia espiritual, en favor del vecindario y de la comunidad de Chivilcoy, con una tierna y balsámica palabra de guía rectora, fe, optimismo, consuelo y dulce esperanza; caracterizándose así, por su hondo amor hacia el prójimo y los semejantes, sus diferentes virtudes y cualidades, morales y humanas, su actitud de espontánea entrega y amplia generosidad personal y, su imagen apacible y bondadosa, de figura legendaria y patriarcal, de nuestra ciudad. Nacido en Salerno (Italia), el 6 de julio de 1889, arribó a la Argentina, y luego a Chivilcoy, hacia 1907, y fue el representante de la Misión de la Madre María – María Salomé Loredo y Otaola (1854 – 1928), la cual, lo designó uno de sus discípulos; abriendo entonces, las puertas de su propio domicilio – sito en la calle Dorrego Nro. 291 -, transformado en un auténtico y verdadero santuario, el 19 de mayo de 1920. A esa venerable y popularizada casa, concurrieron, durante un prolongado período de muchos años, numerosos fieles y, una considerable cantidad de personas, de nuestra ciudad, y procedentes de distintos lugares y puntos geográficos del país; recibiendo la piadosa atención y el mensaje consolador y esperanzado de Pascualito. El velatorio y posterior sepelio de sus restos, constituyeron sin dudas, una multitudinaria y elocuente manifestación de respeto, gratitud e inmensurable afecto, de los vecinos y la comunidad toda, que lo despidieron de una manera sentida, fraternal y emocionada. Su hijo, Ángel José Aulisio – Angelito -, prosiguió el camino y la obra de su padre, sembrando y predicando la fe cristiana y los bellos valores evangélicos. Nacido en 1921, murió de una manera trágica, en un episodio de aparente suicidio, el 11 de noviembre de 1975. Don Pascual Aulisio – Pascualito -, fue sin dudas, un hermoso ejemplo de amor, alma caritativa, corazón misericordioso y, una profunda y sublime bondad.
El 27 de enero de 1961, al conmemorarse el primer aniversario del fallecimiento, del querido e inolvidable predicador cristiano, Don Pascual Aulisio – Pascualito – (1889 – 1960), en el Cementerio Municipal de Chivilcoy, junto a la bóveda familiar donde descansan sus restos, se llevó a cabo la inauguración de una magnífica estatua de cuerpo entero, de esta legendaria y singular figura, de la fe cristiana, la devoción y, la religiosidad popular. Dicha obra artística, pertenece al notable y prestigioso escultor, docente y hombre público local, profesor Antonio Bardi. En ese lugar, puede observarse una inscripción evocativa sobre Pascualito, definiéndolo como “Paladín de la Verdad y poeta del Divino Verbo de Jesús”.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano. Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.