Hace 170 años asumió el primer párroco de Chivilcoy
De origen español, se llamó Roque Antonio Maceyra y había llegado a la Argentina en 1844.
Comenzó sus funciones eclesiásticas, el 4 de septiembre de 1854.
Fue uno de los firmantes del acta fundacional de nuestra ciudad, el 22 de octubre de ese año.
Lo reemplazó en marzo de 1857, el sacerdote italiano, Carlos Boeri.
Hace ya, 170 años transcurridos, el 4 de septiembre de 1854, hubo de asumir como primer párroco de Chivilcoy, el sacerdote italiano, Roque Antonio Maceyra, quien hubo de arribar a la Argentina, hacia 1844 y, con anterioridad, se había desempeñado en la localidad bonaerense de Arrecifes, siendo luego enviado a esta región geográfica, del oeste de la provincia de Buenos Aires, para cumplir y desarrollar su ministerio pastoral y sus funciones evangelizadoras y eclesiásticas.
Puntualicemos que, la parroquia San Pedro Apóstol, se creó en el mes de julio de 1854, a través de una resolución del entonces obispo de Buenos Aires, monseñor Dr. Mariano Medrano, y que tres meses más tarde, hubo de oficializarse, el 3 de octubre, 19 días antes de la histórica y relevante fundación del centro de población – la futura y pujante ciudad de Chivilcoy -, aquel 22 de octubre de 1854.
Tras su respectiva designación, como titular de un nuevo ámbito o espacio de espiritualidad religiosa, aquí, en esta zona, el presbítero Roque Antonio Maceyra, se abocó, de un modo firme e inmediato, a su fiel y comprometida labor de fe cristiana, amor, guía, consuelo y esperanza; efectuándose, además, la generosa donación de los correspondientes libros parroquiales, para asentar en aquellas páginas, los nacimientos, bautismos, matrimonios y defunciones.
Las primeras misas o celebraciones litúrgicas, se llevaron a cabo, en un solar ubicado en la intersección de la calle 9 de Julio y la avenida Villarino, en el mes mismo lugar, donde hoy se levanta, la antigua y muy tradicional cafetería “La Perla” – la esquina de Tango -, del señor Ítalo Mucci. Poco tiempo después, se inició la construcción de la primitiva y modesta capilla, la cual, se colocó bajo la advocación de la Virgen Nuestra Señora del Rosario, finalizándose los trabajos de edificación de la humilde iglesia, en los meses iniciales del año 1857.
El presbítero Roque Antonio Maceyra, que fuera uno de los firmantes del acta fundacional de nuestra ciudad, el domingo 22 de octubre de 1854, junto a otros 21 vecinos, cuyos señeros nombres se hallan estampados en mármol, sobre la cara frontal del Monumento a los Fundadores, de la plaza principal 25 de Mayo; abandonó Chivilcoy hacia los primeros días de marzo de 1857. Y a mediados de aquel mes, ejerciendo funciones de párroco, el sacerdote italiano, presbítero Carlos Boeri, se llevó a cabo la ceremonia inaugural de la capilla de la Virgen del Rosario, la cual, hubo de contar con la tan significativa e ilustre presencia de Domingo Faustino Sarmiento, quien, en esa particular ocasión, delante de la iglesia y el vibrante y armonioso campanario, pronunció un enjundioso y bello discurso; remarcando y subrayando la importancia del acto, el trabajo, el empeño y la nobleza de los labriegos lugareños y, el porvenir progresista y esperanzado de esta fértil y próspera comarca chivilcoyana.
Los 170 años, entonces, de la asunción pastoral, el 3 de septiembre de 1854, del presbítero Roque Antonio Maceyra, el primer y glorioso párroco de la historia de nuestra ciudad, quien, comenzaba su misión religiosa, un mes antes de la memorable fundación de Chivilcoy, el 22 de octubre.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.