La Semana Santa de la cristiandad y el Vía Crucis lunfardo

La Semana Santa de la cristiandad y el Vía Crucis lunfardo

abril 3, 2018 0 Por archivol
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La tradicional y muy solemne Semana Santa, cada año, nos recuerda, de una manera clara y profunda, la Pasión, Muerte y Resurrección, de Nuestro Señor Jesucristo, el Mesías Redentor del mundo, quien entregó su vida, en la negra y horrenda cruz del Calvario, para salvación de la humanidad, a través de un alto y sublime acto de amor, y con un divino y maravilloso mensaje evangélico, de paz, humildad, esperanza, igualdad y fraternidad universales. El Vía Crucis, evoca y recrea, pues, el atroz y penoso itinerario de Jesús, desde el momento del juicio y la condena a muerte, hasta su crucifixión, en el Gólgota, y su descanso en el sepulcro, del cual, resucitó, al tercer día, triunfando así, sobre el mal, la muerte y el pecado.

Aquí, les bato, gomías, remanyando bien, la cruz, este camino fulero, que se ha bancado Jesús.

Primera Estación: Jesús condenado a muerte

Unos tipos muy maletas, como ropes, se embroncaron, y reunidos en el rioba, a Jesús lo condenaron.

Segunda Estación: Jesús sale con la cruz a cuestas

Después de oir el espiche, de aquel fallo lapiderario, chapó Jesús, el madero, y se piantó hacia el Calvario.

Tercera Estación: Jesús cae por primera vez

Sufriendo el cruel amasijo, medio grogui y malherido, Jesús, tras andar un trecho, cayó palmado y vencido.

Cuarta Estación: Jesús encuentra a su madre

Siguió luego, por la yeca, sin un cacho de energía, y pispeando siempre atenti, junó a la Virgen María.

Quinta Estación: Jesús recibe ayuda del Cireneo

Un tal Simón de Cirene, – coso guapo y buen hermano -, cargó la cruz, fiera y dura, y le dio una linda mano.

Sexta Estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús

La Verónica, una mina servicial y tan inquieta, acercándose a Jesús, quiso limpiarle la jeta.

Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez

Con toda la cruz a cuestas, estrolado, de movida, por tantas biabas y esfuerzos, sufrió una nueva caída.

Octava Estación: Jesús consuela a las mujeres

A pesar los dolores, Jesús, el capo del Cielo, les ofreció a las percantas, su parola de consuelo.

Novena Estación: Jesús cae por tercera vez

Forfai, bajo el forte peso, de la zabeca a los pies, Jesús, así, verdugueado, cayó por tercera vez.

Décima Estación: Jesús despojado de sus vestiduras

Aquellos soldados maulas, a Jesús, lo basurearon, y al final, hasta las pilchas, tristemente, le afanaron.

Undécima Estación: Jesús clavado en la cruz

De un modo negro y feroz, – manso y planchado Cordero -, lo terminaron clavando, en el mistongo madero.

Duodécima Estación: Jesús muere en la cruz

Se ha cumplido, che, gomías, el camino de Jesús, y hecho bolsa, quedó entonces, mortadela, allá, en la cruz…

Decimotercera Estación: Jesús muerto en los brazos de su madre

¡Guarda!, que ya lo bajaron, – hay que vichar el momento -, y la Virgen – noble javie -, lloró su gran sufrimiento.

Decimocuarta Estación: Jesús es puesto en el sepulcro

¡Araca!, con posta esmero, – ritual piadoso y senciyo -, lo llevaron a un sepulcro, de silencio y apoliyo.

Resurrección de Jesús, en el feliz día de Pascua

Pero al cabo de tres yornos, sobre la muerte y el mal, resucitó – Rey de gloria -, debute, eterno y triunfal. Resucitó, plenamente, – fetén y claro esplendor -, salvando al cachuzo mundo, con esperanza y amor.

Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Diagramación y diseño de las páginas Facebook y Web: Germán Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario técnico del Archivo Literario Municipal.