Recordando al periodista y escritor Pedro Panzardi, a 45 años de su fallecimiento

Nacido en 1895, dejó de existir a la edad de 84 años, el 3 de septiembre de 1979.

Fue director del diario “El Despertar”, órgano gráfico del Centro Socialista “Dr. Juan B. Justo”.

Le pertenecen varias piezas teatrales, recopiladas posteriormente, en un volumen.

El 3 de septiembre de 1979, hace ya, 45 años transcurridos, dejó de existir, a la edad de 84 años, el auténtico y notable dirigente político, orador, periodista, escritor, dramaturgo y hombre público chivilcoyano, Pedro Panzardi, quien, a lo largo de muchas décadas, de una tenaz e infatigable labor, desarrolló una empeñosa y ejemplar trayectoria, caracterizándose por sus profundas convicciones e ideales, su auténtico y apasionado compromiso, sus singulares condiciones y aptitudes para la elocuencia, su firme y decidida valentía, su clara integridad moral y, su genuina e invariable conducta ética, de rectitud, entereza y admirable honestidad personal.

Espíritu de verdadero autodidacta, amante de los libros, la lectura y, la sana y plausible superación individual, a través de una mayor capacitación y formación, nació en nuestra ciudad, hacia 1895, en un modesto hogar, de honradez y trabajo, ubicado sobre la calle Pirán, a unas pocas cuadras de la plaza Belgrano. Siendo adolescente, comenzó a desempeñarse en los talleres gráficos del diario “La Democracia”, fundado por Valerio Chaves, en noviembre de 1884; conoció en la redacción de dicho matutino, al eximio y memorable periodista Faustino Carlos Calvetti, y se despertó en el él, una particular y honda inclinación hacia la prensa, juntamente, con sus nobles afanes y anhelos, en favor de la libertad y la justicia y, la ardorosa defensa de la clase obrera y los derechos laborales.

Ocupó una banca de edil, dentro del recinto del Honorable Concejo Deliberante local, en representación del Centro Socialista “Dr. Juan B. Justo”, creado el 14 de abril de 1914 y, asimismo, hubo de ejercer la dirección del periódico “El Despertar”, órgano doctrinario e informativo, del citado Centro político, cuyo primer número, salió a luz el 6 de octubre de 1928. “El Despertar”, que había adoptado como elocuente lema, la frase del monje medieval Savonarola: “¡No callaré!”, supo luchar con decisión, fortaleza y denodado coraje, por los intereses populares de la ciudadanía; denunciando y combatiendo la discrecionalidad del poder de turno, los actos de corrupción, las medidas y decisiones arbitrarias y, el soberbio y arrogante autoritarismo.

Integró la Agrupación Artística Chivilcoy, como activo miembro componente y gran colaborador de esta tradicional y gloriosa institución cultural, fundada el 16 de abril de 1916, y fue autor, además, de las piezas teatrales: “El injerto maligno”, “La carcoma” y “Los remansos”; tres obras escénicas, recopiladas y editadas en un volumen, cuando el 22 de abril de 1978, una comisión de “Amigos del Libro y la Cultura”, hubo de tributarle, sincera y merecidamente, un cálido y emotivo homenaje.

Su esposa, Catalina Torres, incursionó también, en el campo de las letras, y entregó a la estampa, una novela titulada “La hija del silencio”.

El polifacético y destacado dirigente político y deportivo, orador, periodista, escritor, investigador de nuestro pasado lugareño y hombre público, Vicente José Abriola (1907 – 2003), en el volumen “Trozos de historias chivilcoyanas”, rememoró la ilustre figura de Pedro Panzardi, considerándolo todo un maestro de la oratoria y el quehacer político, quien, después de una prolongada acción y una lucha fecunda en la vida y los ámbitos sociales y políticos lugareños, supo dejarnos un aleccionador y perdurable ejemplo moral de trabajo, probidad y honradez; un ejemplo que, hoy, más que nunca, a los 45 años de su fallecimiento, nos honra y enaltece a los chivilcoyanos.

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.

Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.