Bella estatua de la Musa de la Historia, Clío, donada a nuestra ciudad, en 1888, por el ingeniero Luis Viglioni. Después, de la fuente de la Diosa Hebe, que data 1886, fue el segundo monumento, levantado en la plaza 25 de Mayo. En dicho lugar, según fuentes históricas, muy fidedignas, Don Valentín Fernández Coria (1821-1897), clavó la firme y gloriosa pala fundadora, en horas de la tarde, de aquella memorable jornada, del domingo 22 de octubre de 1854, cuando se fundó Chivilcoy.
En dicho lugar, se clavó la pala fundadora de Chivilcoy, el 22 de octubre de 1854.
En la plaza principal 25 de Mayo, frente al propio Palacio Municipal, puede observarse, la bella y admirable estatua, representativa de Clío, la Musa de la Historia; una preciada obra de arte, que hacia el año 1888, el ingeniero chivilcoyano, Luis Viglioni, hubo de donar a nuestra ciudad. Dicha estatua, se colocó, con posterioridad, en ese sitio; un lugar donde, según algunas acreditadas versiones de carácter histórico, Don Valentín Fernández Coria (1821- 1897), clavó la gloriosa pala fundadora, aquel memorable domingo 22 de octubre de 1854, cuando nació Chivilcoy. Frente a la Musa Clío, se llevaron a cabo, durante muchos años, en especial, a comienzos del siglo XX, los diferentes actos de celebración, de nuestras más importantes efemérides patrias: el 25 de Mayo de 1810 y el 9 de Julio de 1816. Así, por ejemplo, en el pedestal del monumento, en encuentra una placa de bronce, cuya leyenda expresa: “Las Escuelas de Chivilcoy”, y exhibe como fecha, el “9 de Julio de 1905”. En el libro “Chivilcoy. Sus progresos y sus Hombres”, del caracterizado vecino, Don Julio César Battaglini, el autor, puntualiza que: “La Historia, la simboliza una mujer, de hermosas y púdicas líneas, que abstraída, como concentrando todas sus facultades, eleva sus ojos al espacio radiante, después de haber consagrado en el libro de los supremos fallos, dos fechas inmortales: El 25 de Mayo de 1810 y el 9 de Julio de 1816”.
El libro de la historia, por Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro académico correspondiente, de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.
Este broli cachuzo de la historia, que chapé en un bulín abandonado, hoy me copa el balero despiolado, y despierta y aviva la memoria. Este broli, de tanta vieja gloria, me chamuya los yornos del pasado, y me deja después, medio piantado, porque yo siempre he sido un zanagoria. Este broli, de lungo contenido, hoy me quiere batir – minga de olvido -, un espiche pulenta y fascinante… Y entre guapos y próceres gloriosos, reverdece con aires fachendosos, un ayer, bien debute y palpitante.