Reflexión lunfarda: Hagamos un Año Nuevo, sin los chantas del siempre lo mismo y el todo sigue igual, como está…
Una recordada expresión popular, señala: “Ano Nuevo, Vida Nueva”, y nosotros, como una fórmula tradicional, de práctica y muchas, muchas veces repetida, solemos manifestar eufóricamente: “Feliz Año Nuevo”, “Feliz Año Nuevo, con salud, bienestar y prosperidad”; pero infortunadamente – y en esto debemos ser, categóricos, contundentes y bien realistas -, nada habrá de cambiar en el próximo año 2022, – que asoma, a decir verdad, sin ninguna perspectiva y expectativa de futuro -, si depende de los chantas de siempre; quienes carecen de todo interés o propósito de efectuar cualquier cambio… Su objetivo – y en ello residen su gran curro y colosal negocio -, consiste en no cambiar absolutamente nada; conservar sus privilegios, prebendas, favoritismos y beneficios pecuniarios; asegurarse la impunidad judicial, total y absoluta y, que no cambie nada, y todo, todo, todo, siga, siga, siga como está… Los chantas, son todos iguales (entre bomberos no se pisan la manguera, y entre gitanos, no se adivinan la suerte); simulan ser opositores y enfrentarse, pero están todos en la misma; todos hacen su mismo juego; celebran acuerdos clandestinos y espurios, trenzas, roscas, pactos de cúpula y contubernios, para lograr así, su máxima finalidad: Qué nunca cambie nada y, todo, todo, todo, siga como está… Transcurren los días, las semanas, los meses, van finalizando los años – como este 2021 -; pasan las décadas; envejece, se nos agota y se nos va la vida, y al final, al final, al final, no cambia nunca nada y, todo, todo, todo sigue como está… (O acaso, mucho peor…).
Por eso – y esta puede convertirse en una oportunidad brillante y excelente -, hagamos un Año Nuevo 2022, por nuestra propia cuenta, prescindiendo de los chantas y, al margen y lejos de ellos. Hagamos por nuestra propia cuenta, un Año Nuevo 2022, de proyectos, trabajo, alegría, optimismo, esperanzas, impulso, ilusiones y claros sueños… Hagamos por nuestra propia cuenta, un Año Nuevo 2022, de valores, espíritu laborioso, acción constructiva, tenacidad, verdad, motivación y realizaciones positivas; venciendo así, la depresión, el desaliento, las malas ondas, la negatividad, la inoperancia, la soberbia, la indiferencia y el obscuro pesimismo… Qué los chantas de siempre, no nos continúen defraudando y estafando, y nos engrupan o engañen, como vulgares vendedores de imagen, con sus meras y estériles palabras, carentes de contenido, su fachada exterior, de cáscaras vacías, su cartón pintado, su pescado podrido y, sus cortinas de humo televisivas, para distraer, entretener y confundir a la gilada… No dejemos que, los chantas de siempre, nos empañen, enturbien y arruinen, este Año Nuevo 2002, y nos roben y maten la alegría, el entusiasmo y las ganas de vivir, de trabajar, de luchar, de estudiar, de avanzar, de progresar y de soñar… Qué los chantas de siempre, no nos roben y maten la cultura del trabajo, la cultura del esfuerzo, la cultura del saber y del estudio y, la cultura de los auténticos y reales méritos…
Tratemos, ante todo, de ser libres y felices, al margen de los chantas de siempre, en el Nuevo Año 2022. No podemos aguardar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada, a fin de impedirlo; en el mundo, cosecharemos y recogeremos, lo que hemos sembrado y, los hombres como los árboles, se conocen y aprecian por sus propios frutos…
En el Nuevo Año 2022, sepamos predicar con el buen ejemplo de nuestra vida y el testimonio cabal, de nuestra conducta, y transitemos, unidos y fraternales, el luminoso y esperanzado camino de la educación y la enseñanza, los principios y valores, el sentido ético, la conciencia moral, la honestidad y, la sagrada y sublime cultura del trabajo.
Hagamos un Año Nuevo 2022, de paz, laboriosidad, alegría, optimismo y, hondos y bellos sueños, lejos…, lejos de los chantas de siempre, que no pretenden cambiar nunca nada y que todo, todo siga como está… De lo contrario, al final del próximo año, y de los años sucesivos, infortunadamente, continuaremos hablando de lo mismo, lo mismo, lo mismo que ahora…
Los mejores augurios y las mayores felicidades, en el Nuevo Año 2022, y que Dios nos proteja, alumbre y bendiga a todos.
Oración lunfarda para las fiestas
Qué estas fiestas debutes – forte anhelo -, / hoy, nos traigan – te bato, buen hermano -, / un país bien pulenta y sin afano, / sin matufias, balurdos ni camelo… / Un país, con espíritu fratelo, / qué la yugue muy piola – nunca en vano -, / y qué posta, nos tienda su amplia mano / de ilusiones, de morfi y de consuelo… / Un país, que la yugue hacia delante, / donde triunfe el mistongo laburante, / y le den siempre bola, a la enseñanza… / Ojalá qué estas fiestas – gran noticia -, / hoy, nos traigan un cacho de justicia, / y una nueva matina de esperanza.
Año Nuevo A pesar de batir siempre lo mismo: / la malaria, el bajón, la fulería, / el vivir en la lona o en la vía, / el afano, la mugre, el pesimismo… / A pesar de la mufa, el egoísmo, / mucho verso y la falta de alegría; / hoy, hagamos unidos, che, gomía, / todo un año de embale y optimismo… / A pesar de las broncas,