Recordando al eximio poeta chivilcoyano, Carlos Ortiz

Recordando al eximio poeta chivilcoyano, Carlos Ortiz

febrero 1, 2022 Desactivado Por archivol

Había nacido en la estancia “Las Palmeras”, el 27 de enero de 1870, y fue autor del bello “Poema de las Mieses”, publicado por vez primera, en noviembre de 1901

El 27 de enero de 1870, nació en la estancia “Las Palmeras”, dentro de nuestro distrito bonaerense de Chivilcoy, en el hogar de Don Francisco Ortiz de Acosta y Doña Petrona Calderón, el eximio y renombrado poeta, Carlos Ortiz, quien supo distinguirse y caracterizarse, por su auténtica y profunda inspiración, su gran nobleza interior, su dulce y tierna sensibilidad espiritual y, su genuino y elevado lirismo.

Desde pequeño, se manifestó en él, una especial vocación, artística y creativa; fue uno de los alumnos, del siempre recordado poeta, escritor, periodista, dramaturgo y docente, Manuel López Lorenzo (1842 – 1883), fundador y director de la Escuela Politécnica, y en la etapa de la adolescencia y juventud, colaboró en las páginas y columnas, de diarios locales, con sus distintas composiciones. En 1899, entregó a la estampa el volumen “Rosas del crepúsculo”, bajo la notoria influencia, del movimiento literario modernista, del célebre vate nicaragüense, Rubén Darío (1867 – 1916), y en el mes de noviembre de 1901, editó el bello y memorable “Poema de las Mieses”, divido en un prólogo y doce cantos. Dicha obra, de singular trascendencia y resonancia, a nivel nacional e internacional, se reeditó, en 1919, por el sello gráfico “La Cultura Argentina”; en 1962, a través de las gestiones, de la poetisa, escritora, periodista, dramaturga y docente, Ángela Francisca Colombo, mediante un préstamo del Fondo Nacional de las Artes, y en septiembre de 1977, gracias a la esforzada y admirable tarea, del impresor, investigador, escritor y hombre de la cultura chivilcoyana, Héctor Manuel Antuña. Asimismo, fue autor de otros trabajos, como: “El grito de los fuertes”, “El cuerno florido”, “Mensajes líricos” y “Cantos de amor, de esperanza y de duda”, recopilados, tras su temprana y penosa muerte, por el escritor, periodista y docente, José Fernández Coria.

Frecuentó en Buenos Aires, el “Café de los Inmortales”, y se vinculó a relevantes figuras y personalidades, de las letras argentinas; se dedicó a las faenas agrícolas, en un establecimiento rural de Las Toscas, en el distrito bonaerense de Lincoln, y realizó viajes y giras europeas.

Falleció a la prematura edad de 40 años, el 3 de marzo de 1910, como consecuencia de las graves heridas, por disparos de arma de fuego, que recibiera la aciaga noche del 2 de marzo, durante el transcurso de un banquete, llevado a cabo en las instalaciones del Club Social de Chivilcoy, para despedir al director de la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”, profesor Alejandro Mathus (1870 – 1921), quien, por razones de índole política, había sido trasladado a la provincia de Mendoza. Dejó de existir, a las nueve de la mañana, de aquel 3 de marzo de 1910, en su domicilio de la calle San Martín Nro. 112 – la inolvidable “Casa de la Lira”, demolida en el mes de enero de 2007 -, y sus restos descansan en una bóveda familiar, en el cementerio porteño de La Recoleta. Una placa, nos dice: “Aquí yace el espíritu luminoso de Chivilcoy, la inmortalidad gloriosa de Carlos Ortiz”.

El 22 de octubre de 1939, durante la administración del entonces intendente municipal, Don Generoso Fernando Falivene, en la plaza principal 25 de Mayo, se inauguró el busto de Carlos Ortiz, realizado por el notable escultor argentino, Juan Zuretti. En noviembre de 1963, se le impuso a la Escuela primaria Nro. 28 – popularmente conocida, como la Escuela de chapas -, que se había creado en 1903, el ilustre nombre de Carlos Ortiz; descubriéndose un busto del poeta, obra artística del singular escultor y docente local, profesor Antonio Bardi. Y el 27 de enero de 1970, al conmemorarse el centenario de su natalicio, se bautizó Carlos Ortiz, la calle Nro. 75, de nuestra ciudad, mediante un decreto del intendente municipal, ingeniero civil José María Ferro. El poeta Carlos Ortiz, escribió en una oportunidad: “Si un hombre trata la vida como artista, debe ser todo corazón”, y hoy, su nítido e indeleble recuerdo, perdura con brillantes destellos y caracteres, en la historia y el corazón, de nuestra literatura chivilcoyana.

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.

Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.