LOS POEMAS LUNFARDOS
EL PAÍS DE LOS CHANTAS Y LOS GILES
ARCHIVO LITERARIO MUNICIPAL DE CHIVILCOY “PROCURADOR CARLOS ARMANDO COSTANZO”
CREADO EL 18 DE OCTUBRE DE 1984
FUNDADOR Y DIRECTOR – ORGANIZADOR: Proc. Carlos Armando Costanzo, designado mediante sistema de concurso público de oposición y antecedentes. SECRETARIO TÉCNICO: Máster en P. C. e Informática, Germán Carlos Nicolini. SEDE: Museo Municipal de Artes Plásticas “Pompeo Boggio” (Calle Bolívar Nro. 319). PÁGINAS EN INTERNET: FACEBOOK: “Archivo Literario Municipal”. WEB: “www archivoliterariochivilcoy. com”. INSTAGRAM: “Archivo Literario”. PATRIMONIO: El repositorio, cuenta con un nutrido y valioso caudal bibliográfico, histórico y documental, que se halla al servicio del vecindario y de toda nuestra comunidad chivilcoyana. NOMBRE: “El Archivo, lleva el nombre de su fundador, artífice y organizador, denominación impuesta por el Honorable Concejo Deliberante local, el 14 de noviembre de 2019. Además, el 6 de mayo de 2022, se colocó en el Complejo Histórico Municipal “Adelina E. Dematti de Alaye” (Calle 9 de Julio Nro. 177), un busto del procurador Carlos Armando Costanzo, obra escultórica del artista plástico, José Enrique “Charco” Maradei, quien procedió a donarlo, al acervo cultural de la comuna de Chivilcoy.
LOS POEMAS LUNFARDOS
EL PAÍS DE LOS CHANTAS Y LOS GILES
LA ARGENTINA DEL SIEMPRE LO MISMO, EL TODO ES IGUAL Y EL MÁS DE LO MISMO, EN QUE TRIUNFAN LOS ETERNOS CHANTAS, PERO PIERDEN LOS GILES, QUE LUCHAN Y LABURAN…
LA ARGENTINA, DONDE NO CAMBIA NUNCA NADA Y TODO QUEDA EN LA NADA, PORQUE PARA LOS CHANTAS, QUE ENGRUPEN O ENGAÑAN A LOS GILES, EL PRINCIPAL NEGOCIO Y BENEFICIO, RESIDEN EN QUE NUNCA CAMBIE NADA, Y TODO, TODO SIGA SIEMPRE COMO ESTÁ…
LA ARGENTINA, EL MARAVILLOSO PARAÍSO TERRENAL DE LOS CHANTAS, QUE LA PASAN BOMBA Y, POR ESE GRAN MOTIVO, NO TIENEN LA MENOR INTENCIÓN DE CAMBIAR NUNCA NADA…
¿QUÉ ES EL LUNFARDO?: El Lunfardo, es una Jerga popular, que constituye un repertorio léxico o un vocabulario, integrado por términos o palabras, los cuales, ingresaron al país, a través de las distintas corrientes inmigratorias: italiana, francesa, española y portuguesa; incorporándose después, al lenguaje cotidiano y el habla coloquial de los argentinos. El 21 de diciembre de 1962, se fundó la Academia Porteña del Lunfardo, cuyo lema expresa: “El pueblo agranda el idioma”, y cada 5 de septiembre, se celebra el “Día del Lunfardo”, por la aparición gráfica, el 5 de septiembre de 1953, del libro “Lunfardía”, del caracterizado y prestigioso investigador, estudioso, ensayista, crítico, escritor, poeta y docente, Don José Gobello (1919 – 2013), principal creador y alma mater, gran propulsor y, ex secretario y presidente, de la Academia Porteña del Lunfardo, sita en la calle Estados Unidos Nro. 1379, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Desde hace ya, largo tiempo, la Argentina se ha convertido en el país de los chantas y los giles. El país, del círculo vicioso del siempre lo mismo y del más de lo mismo, donde no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada (impunidad total y absoluta), siempre se habla mucho de lo mismo, todo resulta igual, todo da lo mismo y, todo termina, indefectible e inexorablemente siendo, siempre lo mismo… El país, donde los chantas de siempre, impusieron el sistema o el modelo de la Argentina que, nivela e iguala siempre hacia abajo, con ignorancia, marginación social, pauperismo y miseria dependiente. El país, donde infortunadamente, ganan los chantas, los chorros y los que viven de arriba, pero pierden, se empobrecen y se funden, los giles que laburan, se esfuerzan, luchan, sufren engaños, injusticias y ajustes y, abonan sus impuestos, cargas fiscales y gravámenes tributarios. El país, donde los chantas engrupen o embaucan a los giles, con su apariencia de vendedores de imagen, sus palabras, sus cortinas de humo, su cartón pintado, su pescado podrido y sus espejitos de colores. Para los chantas, la Argentina es sin dudas, un auténtico y maravilloso paraíso terrenal. En ninguna parte o región geográfica del mundo, los chantas, se encontrarían mejor que aquí, gozando de tantos privilegios, prebendas y beneficios: los chantas, no trabajan, no generan nada, no producen nada, no aportan nada y, no tienen trayectoria ni méritos de nada, pero, pero, pero…, viven a expensas de los giles, que laburan, luchan, se esfuerzan y, abonan sus impuestos y obligaciones. Los chantas de siempre, quienes se presentan como opositores o adversarios, delante de los giles, aunque en realidad, detrás del escenario, son todos socios y amigos; celebran entre ellos, pactos, roscas, trenzas, arreglos, curros, componendas y contubernios y, su esencial objetivo o propósito, consiste, precisamente, en hacerle el verso o el cuento a los giles; que no cambie nunca, nunca nada y, todo siga, siga siempre como está (o caso, mucho peor…). Como se diría en lunfardo, los chantas están “todos entongados”, para que no cambie nunca nada… Si los chantas, continúan vigente, y los giles no reaccionan ni se despiertan – condenados a la pavada, el desaliento, la depresión, la estupidez y la resignación conformista -, dentro de diez, quince, veinte, veinticinco o treinta años – quizá, quizá para siempre, y por los siglos de los siglos -, hablaremos lo mismo, lo mismo que ahora, con idénticas problemáticas, multiplicadas ciento de veces. No podemos aguardar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada, a fin de impedirlo; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo y, los hombres, al igual que los árboles, se conocen por sus frutos. Prediquemos con el testimonio de nuestra conducta honesta, proba y transparente y el buen ejemplo de vida, y algún día, podamos así recuperar, el luminoso y esperanzado camino de los principios y valores, el sentido ético, la conciencia moral, el saber y la enseñanza, la justicia, la verdad, la honradez y, la sagrada y sublime cultura del trabajo. Sin trabajo, no hay presente, porvenir, destino ni salida… Nos hemos convertido, en el país de los chantas y los giles… De nosotros depende, transformarnos en una Argentina laboriosa, pujante y progresista, de proyectos, expectativas, ilusiones, sueños y futuro… De lo contrario, por los siglos de los siglos, continuaremos siendo – nada más ni nada menos -, que el país de los chantas y los giles, y estos humildes versos lunfardos, más allá de su estimación poética y creativa, no perderán nunca actualidad; pues al fin y al cabo, no cambiará nunca nada, y todo habrá de seguir, siempre, siempre como está… Tal lo puntualiza, la famosa novela “El Gatopardo”, del escritor italiano, Giuseppe Tomasi di Lampedusa, editada en 1958: “Hay que cambiarlo todo, para que nada cambie”. Reflexionemos, entonces, sincera y profundamente: “Para la justicia Dios, para la verdad, el tiempo”.
“Qué el buen Dios le conserve la inspiración y la modestia”
(Carta de Don José Gobello a Carlos Armando Costanzo, fechada en el mes de enero de 2011).
EL CHANTA
VOS sos –historia lunga y bien junada -, / el fanfa, el punto piola y el versero, / el garca y el rufián, el matufiero / y el rey de la sanata remanyada… / Un as, para el afano y la avivada, / el turro, el farabute y el mulero; / todo un flor de careta y bolacero / que engrupe y engatuza a la gilada… / Vos sos, el tipo pierna, el atorrante, / el chorro, el fachatosta y el maleante, / que nos deja en la lona y se las pianta… / Naciste chantapufi – ya no hay cura -, / nunca habrás de cambiar tu jeta dura, / y al final, morirás, como un gran chanta.
EL GIL
VOS siempre, sos el gil y el gran otario, / el tarúpido, el opa, el pipistrelo; / el eterno chorlito, sin consuelo, / el pipiolo y mamerto, con prontuario… / Vos sos, el cusifai y el nabo diario, / que tenés el marote, por el suelo, / morfándote los cuentos y el camelo, / del chanta y tanto chorro millonario… / Vos sos, el zanagoria y el chitrulo, / chichipío, huevón y paparulo, / pajarón del laburo y la rutina… / Como perro, bien forte, la yugaste, / y al final, che, melón, te doctoraste / de salame mayor, de la Argentina. / Por eso, atenti, flaco ¡Dequerusa!, / escuchá, lo que yo voy a batir: / Avivate, y que nunca más, merluza, / los chantunes, te vuelvan a engrupir.
CORTINAS DE HUMO
MUCHAS cortinas de humo, pipistrelo, / que engrupen, todo el día, a la gilada, / con el verso, el bolazo y la pavada, / tanto inútil chamuyo y el camelo… / Cazá bien, mi consejo más fratelo: / No te morfés el cuento ¡Qué pegada!, / porque el fato, al final, queda en la nada, / y vos seguís, de croto, allá en el suelo… / Muchas cortinas de humo – lindas flores -, / parolas y espejitos de colores, / facha trucha, cartón, carne podrida… / Los chantunes, nos van engatusando, / y a nosotros, que andamos puchereando, / se nos raja y apaga, nuestra vida. / Es por eso – lo bato, así, senciyo, / con banana experiencia y honradez -: / Escapá, che, melón, del apoliyo, / ¡Despertate, chitrulo, de una vez!
NO TE RESIGNÉS…
CHE, flaco, yo te bato, honestamente, / qué no te resignés – pálida dura -, / al camelo y el verso persistente, / la matufia y la eterna mishiadura… / Qué no te resignés, calladamente, / al país del bajón – flor de amargura -, / donde ganan el garca y delincuente, / pero pierde el salame que labura… / Qué no te resignés, che, buen gomía, / al afano, la triste fulería, / o al fayuto y fatal siempre lo mismo… / Y sin chantas ni chorros – gran matina -, / con valores, hagamos la Argentina / del laburo, la fe y el optimismo. / Y no te resignés – tené confianza -, / poniéndole una ficha, a la esperanza.
EL INVENTO
CHE, melón, que no te hagan más el cuento, / estos chantas, que engrupen la gilada: / Tanto verso y parola remanyada, / el chamuyo, que vuela y lleva el viento… / Che, melón, encendé tu pensamiento, / y piantá del camelo y la pavada; / en el ispa, sabés, no cambia nada, / porque todo, chabón, es un invento… / Qué los chantas ¡Atenti, zanagoria!, / no te vendan la misma y trucha historia, / y un bolazo, que nunca ya se irá… / Siempre así, la milonga repetida, / raja el tiempo, melón, se va la vida, / y al final, sigue todo como está… / Hoy, por eso, sin mugre matufiera, / chantas, curros, sanata y falsedad, / descubrí la debute primavera / de la posta alegría y la verdad.
BANCARTE AL PAÍS
HOY, tenés que bancarte, compañero, / al país de la yeca, triste y dura; / el bochinche, la mugre, la amargura, / las matufias y el fato, muy fulero… / Bancarte al farabute tan versero, / el mistongo dolor, la mishiadura; / la derrota, del rasca que labura, / la victoria, del chorro y tramoyero… / Bancarte la injusticia y el afano, / el grupo y el balurdo cotidiano, / las parolas fayutas y el bajón… / Ojalá que nos queden – sol dorado -, / un cachito de amor esperanzado, / o la jeta feliz, de una ilusión. / Y que un yorno, cazando desde el Cielo, / el chamuyo, de miles de gargantas, / para siempre – pulenta y forte anhelo -, / Dios nos libre y nos salve de los chantas.
LIBRATE DE LOS CHANTAS
OÍME bien, lo que bato con realismo, / y no estés, che, melón, en la pavada: / Hoy, los chantas, no quieren cambiar nada, / y que todo el balurdo, sea lo mismo: / Las tramoyas, la bronca, el egoísmo, / la malaria mistonga y rejunada; / el rebusque, el camelo y la avivada, / sin valores ni posta patriotismo… / Mucho grupo, y también, mucha parola, / aquel que se las da, de nene piola, / el tipo pelandrún y el atorrante… / Y al fin, siempre lo mismo ¡Qué macana!: / Mientras nunca los chorros van en cana, / la termina perdiendo el laburante. / Por eso, la verdad, cazá, este día, / y hoy, hacé carburar a la piojosa: / Dejá atrás, tanta triste fulería, / librate de los chantas, y a otra cosa…
ORACIÓN A DIOS DESDE ARGENTINA
CHE, mi Dios, yo te bato en este día, / que de un modo debute y muy ufano, / nos salvés de los chorros, el afano, / y de tanta, de tanta porquería… / Nos salvés, de la triste fulería, / el bajón, el camelo cotidiano, / y algún chanta, bien garca y soberano, / que te deja cualunque y en la vía… / Nos salvés, de la lunga mishiadura, / la malaria, del guiso que labura, / la fachera ambición, la desconfianza… / Y así, frente a un balurdo sin destino, / nos hagas descubrir otro camino…, / un camino pulenta, de esperanza.
YO CREO EN EL LABURO
YO creo, che, pipiolo, en el laburo, / a pesar del fiacún y el atorrante, / el balurdo fulero y agobiante, / tanto verso, y el cielo siempre obscuro… / Yo creo, che, melón, y estoy seguro, / que con lucha pulenta y mucho aguante, / el cachuzo país, saldrá adelante, / y tendremos después, flor de futuro… / Yo creo, en quien de un modo persistente, / cada yorno, la yuga tenazmente, / cinchándola, mistongo, desde abajo… / Y sé bien, que sin curro ni más chanta, / la Argentina, che, loco, se levanta, / con la fuerza debute del trabajo.
PLEGARIA DE LA ESPERANZA PERDIDA…
CHE, mi Dios, este yorno, yo te pido, / con sincera parola de ternura, / en un triste país, de mishiadura, / la esperanza fetén, que se ha perdido… / Che, mi Dios, el presente está podrido, / mucho verso, malaria y amargura; / el bajón, del salame que labura, / y el afano, después, en el olvido… / Che, mi Dios, yo te bato, en este día, / por la lunga y eterna fulería, / la justicia forfai, la desconfianza… / Y sin chorro y chantún, en el camino, / brille así, para bien del argentino, / el sol posta y feliz, de la esperanza.
CONSEJO LUNFARDO
AUNQUE todo, chabón, pinte lo mismo, / cazá, ahora, un consejo de consuelo: / Manyá bien la verdad, borrá el camelo, / dejá atrás, tanta mufa y pesimismo… / Chapá un kilo de amor, sin egoísmo, / no te agarren de gil y pipistrelo; / viví piola y garifo, siempre al pelo, / tené un cacho, de posta patriotismo… / Con un cuore, banana y optimista, / seguí entonces, yugándola en la pista, / forte y fiel, desde el mate hasta los pies… / Y sin chantas, tramoya y fulería, / sé un ejemplo cabal, de buen gomía, / de valores, laburo y honradez. / Escuchá este chamuyo, en una esquina: / No arrugués, frente al garca y tanto mal, / y luchá, por lograr otra Argentina, / más pulenta, debute y fraternal.
CARLOS ARMANDO COSTANZO
CHIVILCOY (Provincia de Buenos Aires), 2022
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.
Diagramación y diseño: Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.
NO PODEMOS AGUARDAR RESULTADOS DISTINTOS, HACIENDO SIEMPRE LO MISMO…
PARA QUE TRIUNFE EL MAL, SÓLO SE NECESITA QUE LOS BUENOS NO HAGAN NADA, A FIN DE IMPEDIRLO…
LOS PUEBLOS QUE OLVIDAN SU PASADO, ESTÁN CONDENADOS A REPETIRLO…
LOS HOMBRES COMO LOS ÁRBOLES, SE CONOCEN POR SUS PROPIOS FRUTOS… SEÑOR, CONCÉDEME SERENIDAD PARA ACEPTAR LAS COSAS QUE NO PUEDO CAMBIAR; VALOR, PARA CAMBIAR AQUELLAS QUE PUEDO Y, SABIDURÍA, PARA RECONOCER LA DIFERENCIA