Los murales de José A. Speranza, en el templo de la Virgen Nuestra Señora del Carmen
El homenaje al presbítero Zacarías Montalvo, el 16 de julio de 1967
El 16 de julio de 1963 –hace ya, 59 años transcurridos -, se efectuó en los ámbitos religiosos, del templo de la Virgen Nuestra Señora del Carmen, la feliz inauguración de los bellos murales que, ornamentaban dicho templo; los cuales, habían sido confeccionados, con particular maestría y notable calidad artística, por el caracterizado y prestigioso pintor y hombre público chivilcoyano, José Antonio Speranza (1909 – 1987), quien, entre otras iniciativas y realizaciones, fuera el fundador, organizador y director, durante varias décadas, del Museo Municipal de Artes Plásticas “Pompeo Boggio”. El pintor José Antonio Speranza, se abocó, de una manera dinámica y fervorosa, a la ejecución de dichos trabajos, volcando en ellos, toda su comprometida dedicación y hondos esfuerzos, su capacidad creativa, su imaginación y, su fino criterio estético. Los murales, que ofrecían ante los ojos de los observadores, distintos motivos y temáticas, se llevaron a cabo, sobre las paredes de la Iglesia, detrás de los diferentes altares. También, se decoró la cúpula del templo, delante del altar mayor. Dichos murales, permanecieron en la Iglesia, a lo largo de 36 años, y hacia el mes de junio de 1999, cuando se realizó una restauración general del templo –acaso, argumentando razones de apreciable deterioro -, se resolvió suprimirlos, en forma definitiva. Pero aún perdura, en los ojos y el corazón de la feligresía, el vecindario y la comunidad chivilcoyana, el entrañable y emocionado recuerdo de aquellos murales, del pintor José Antonio Speranza, con sus imágenes y estampas, de hermosos matices, fresca gracia, singular encanto y especial colorido.
El 16 de julio de 1967 – hace ya, 55 años transcurridos -, se desarrolló, en el marco de la celebración, de la antigua y muy tradicional festividad patronal, en honor de la Virgen Nuestra Señora del Carmen, la ceremonia de imposición del nombre, del piadoso y ejemplar sacerdote y docente español, Zacarías Montalvo, a una calle de Chivilcoy. En esa oportunidad, usó de la palabra, a través de un conceptuoso discurso, el destacado y prestigioso médico cirujano, Dr. Juan Carlos Falivene (1922 – 2014), presidente, entonces, de la Comisión Pro Festejos, de la Virgen del Carmen. Puntualicemos que, el noble y abnegado sacerdote, padre Zacarías Montalvo, perteneciente a la orden de San Agustín, había nacido en España, hacia 1886; arribó a nuestra ciudad, en 1915, y en Chivilcoy, se consagró, de un modo tesonero e infatigable, a su tarea pastoral y eclesiástica, como. asimismo, al serio y eficaz ejercicio de la enseñanza, en las aulas del colegio primario “Buen Consejo”, fundado, administrado y dirigido, por los sacerdotes agustinos. Falleció – hace ya, 70 años transcurridos -, a la edad de 66 años, el 31 de marzo de 1952, de una forma súbita e imprevista, en el interior del propio templo, y sus restos, descansan en la Iglesia del Carmen, junto al gran inmigrante italiano, Don Pascual Grisolía (1835 – 1920) y su esposa, María Filomena Demaio (1845 – 1929). Sin dudas, el presbítero Zacarías Montalvo, constituyó un aleccionador y glorioso modelo de vocación, entereza moral, auténtica bondad evangélica y, una entrega magnánima y misericordiosa. La calle “Padre Zacarías”, prolonga en el tiempo, su nombre puro e imperecedero.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano. Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.