La historia chivilcoyana: Sucesos del mes de enero…
El 30 de enero de 2003, dejó de existir a la edad de 74 años, el destacado y prestigioso poeta, escritor y periodista local, Miguel Desiderio Torres, quien, a través de una firme y sostenida trayectoria de varias décadas, cumplió y desarrolló una infatigable y significativa labor en el campo de las letras y el quehacer artístico y cultural, de nuestra ciudad. Fundador, redactor y director, de la difundida y estimable revista literaria “Enfoques”, creada en 1970, y de la revista “Chivilcoy Poético”, aparecida en 1996; colaboró en las páginas y columnas de distintos diarios y publicaciones, de nuestro medio, y en los suplementos dominicales porteños, de los matutinos “La Prensa” y “Clarín”, como, asimismo, en diferentes órganos periodísticos, del país y el exterior; fue autor de un libro de cuentos o relatos, y de sentidos y bellos volúmenes de versos, y además, llevó a cabo programas televisivos, dedicados a la creación, el arte y la cultura. En el año 2017, por una plausible iniciativa de la filial en nuestra ciudad, de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y de la presidenta de la citada entidad, la escritora y docente, Martha Geve Cleci, se estableció la fecha del natalicio de Miguel Desiderio Torres, quien vio la luz el 20 de junio de 1928, como “Día del Escritor Chivilcoyano”. Por lo tanto, desde el 2017, cada 20 de junio, se celebra en nuestra ciudad, en reconocimiento y homenaje a la figura de Miguel Desiderio Torres, el “Día del Escritor Chivilcoyano”.
El 31 de enero de 1974, falleció de un modo trágico, a la temprana edad de 47 años, a raíz de un infortunado accidente automovilístico callejero, la estudiosa y destacada docente, investigadora, ensayista y conferenciante chivilcoyana, profesora Ana Mercedes Rodríguez. Nacida el 26 de julio de 1926, se graduó hacia 1954, en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional de Buenos Aires, y con posterioridad, hubo de ejercer la enseñanza en distintos establecimientos educativos locales. Colaboró de una forma desinteresada y generosa, con la profesora de Historia, Ernestina Iavícoli, en la organización, catalogación y clasificación documental, del Archivo Histórico Municipal “Sebastián Fabián Barrancos”, creado el 30 de diciembre de 1957 y, asimismo, ofreció charlas y disertaciones de índole didáctica, sobre temas históricos y literarios, y participó en diferentes proyectos pedagógicos y culturales. En el mes de octubre de 1982, a manera de homenaje, salió a luz el libro “El inagotable mundo del cuento y otros ensayos”; un volumen editado por la Asociación de Ex Alumnos de la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”, de Chivilcoy, que presidía la tan laboriosa y siempre recordada educacionista Emma De Francesco. Dicha Asociación de Ex Alumnos normalistas, fundada en 1954, lleva precisamente el nombre, de Emma De Francesco.
El 31 de enero de 1984, dejó de existir, el inspirado y notable poeta, escritor y periodista, Juan G. Ferreyra Basso, quien desenvolvió una larga y fecunda trayectoria y una intensa y singular labor, en los ámbitos de la literatura nacional, y estuvo directa y estrechamente ligado a las letras y el movimiento artístico y cultural, de Chivilcoy. Fue autor de importantes libros, en verso; colaboró asiduamente, en diarios y revistas del país y el exterior, y desarrolló durante muchos años, por una emisora porteña, la celebrada audición radiofónica “Del otro lado de las cosas”. Había nacido en la vecina ciudad de Alberti, en 1910, y sus restos descansan en el cementerio de dicha localidad bonaerense, junto a los del poeta, escritor y periodista, Vicente Mauricio Barbieri (1903 – 1956) y los de la poetisa, escritora, periodista, dramaturga y docente, Ángela Francisca Colombo (1931 – 1993).
El 31 de enero de 1974, hubieron de establecerse las bases fundacionales, del Club Deportivo y Social Boca Juniors, el cual, surgió en los ámbitos de un inmueble, sito en la calle Rosetti Nro. 427, merced a la sincera iniciativa y la ferviente voluntad, emprendedora y hacedora, de un grupo de vecinos chivilcoyanos, aficionados a la actividad futbolística y, a las manifestaciones de índole deportiva. La primera comisión directiva, estuvo presidida por el señor Justo Menéndez, y breve tiempo después, la naciente entidad, resolvió afiliarse a la Liga Chivilcoyana de Fútbol, participando en los campeonatos de la categoría del Ascenso, durante 1975, 1976 y 1977. En ese último año, el citado club, cesó en su efímera vida institucional – fundamentalmente, a raíz de motivos económicos -, retirándose así, de la Liga. El equipo, lucía una camiseta que, ostentaba los tradicionales e inconfundibles colores azul y amarillo. Recordemos que, en la década de 1940, había existido aquí, en nuestra ciudad, un anterior Club Boca Juniors, que intervino en los torneos de Ascenso, al lado de otros equipos de la época, y finalmente desapareció, luego de un breve itinerario futbolístico, en las canchas de Chivilcoy.
El 25 de enero de 1920, hubo de llevarse a cabo, la jubilosa y resonante inauguración del Prado o Parque Español, de nuestra ciudad, el cual, se hallaba ubicado sobre la avenida Güemes, entre las calles Maipú y Pringles, dependiendo de la Asociación Española de Socorros Mutuos (antigua y prestigiosa entidad, fundada el 9 de julio de 1870), que determinó su creación y conformación, como un lugar romántico y cautivante, de típico aire hispánico, lleno de magia, encanto, embeleso y, pintoresco y especial colorido: todo un hermoso espacio de recreación, diversiones, regocijo y esparcimiento, abierto al vecindario y a nuestra comunidad chivilcoyana. La feliz iniciativa, para el nacimiento de dicho Prado o Parque, surgió hacia el año 1919, en el seno de la comisión directiva de la Asociación Española, que presidía Olegario Santamaría, y en el mes de julio, la mencionada entidad, hubo de adquirir, por la suma dineraria de seiscientos pesos, un amplio predio de unos 27. 225 metros cuadrados, a Juan Manuel Muñagorri e Iparraguirre. En los ámbitos del Prado o Parque Español, se realizaron las clásicas y memorables romerías y las tan concurridas kermeses, desde el mes de diciembre, hasta marzo; se montaron y colocaron diferentes juegos infantiles, y hasta se instaló y puso en funcionamiento, un curioso y simpático “trencito” de seis vagones, impulsado por una locomotora y con capacidad para sesenta pasajeros; una inquietud que, logro materializarse durante la gestión de Manuel Brocos, como presidente de la citada institución. El Prado o Parque Español, fue el magnífico e inolvidable escenario de fascinantes e indescriptibles noches festivas, y de singulares y admirables espectáculos, artísticos y musicales, que contaron con la actuación de intérpretes y orquestas locales, y de nivel y jerarquía, nacional e internacional. En 1946, en ese mismo lugar, el siempre recordado fotógrafo y realizador cinematográfico Ignacio Tanke. – Ignacio Tankelevich – (1912 – 1984), habilitó un set de filmación: los estudios “Oeste film”, donde se rodó, entre los meses de agosto y diciembre, del mencionado año, su largometraje inicial y primera película argumental, titulada “La sombra del pasado”, cuyo libreto y guión, juntamente con los diálogos, habían redactado y elaborado, el propio Tankel y el gran escritor Julio Florencio Cortázar (1914 – 1984), quien, desde 1939 hasta 1944, residió aquí, en Chivilcoy, y ejerció la enseñanza, como docente de la Escuela Normal “Domingo Faustino Sarmiento”; siendo un sincero y entrañable amigo de Ignacio Tankel. El filme se estrenó, posteriormente, un día patrio 25 de mayo de 1947, en la sala del cine – teatro “Metropol”, de nuestra ciudad. El Prado o Parque Español, desapareció, por último, hacia principios de los años 50. Tiempo después, se radicó en ese predio, la empresa metalúrgica “Torque”, creada el 5 de julio de 1956. Esta industria, que fabricaba cigüeñales y distintas piezas de automotores y maquinarias agrícolas, hubo de cerrar sus puertas, en la década de 1970. En 1993, el Honorable Concejo Deliberante local, sancionó una ordenanza, declarando “Monumentos Históricos”, el Teatro Español, la sede de la Asociación Española de Socorros Mutuos y, el “Arco de acceso o entrada”, del ex Prado o Parque Español, siempre nítido y vivo, con una imagen risueña y luminosa, en las mejores páginas y los más sentidos y nostálgicos recuerdos, de la historia de Chivilcoy.
El 25 de enero de 2013, dejó de existir, a la avanzada edad de 92 años, el erudito y destacado estudioso, investigador, filósofo, ensayista, escritor y hombre público chivilcoyano, Raimundo Moro, quien, a través de una noble y proba trayectoria, fiel a sus ideales, normas y convicciones, y a una conducta moral de rectitud, honestidad y transparencia, cumplió y desarrolló una larga y fructífera labor, en la faz política, la órbita institucional y el quehacer cultural de nuestra ciudad. Perteneció a las filas del Centro Socialista “DR. Juan B. Justo”; integró distintas entidades y ateneos locales; ofreció charlas didácticas y disertaciones; editó varias revistas y diferentes trabajos, sobre temas de índole filosófica y humanista, y entregó a la estampa algunas obras, junto a su amigo, el siempre recordado investigador, filósofo, ensayista y escritor Osvaldo Miguel Spinelli (1936 – 2010). Raimundo Moro, había nacido en 1920.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.