El camino de la esperanza, en esta Argentina del siempre lo mismo…

El camino de la esperanza, en esta Argentina del siempre lo mismo…

octubre 27, 2023 Desactivado Por archivol

Quiera Dios que algún día encontremos, el camino de la esperanza, lejos de esta Argentina del siempre lo mismo y del más de lo mismo… El gran negocio de los chantas, los chorros y los vulgares vendedores de imagen y cortinas de humo, es que jamás, jamás cambie nada… Si la sociedad, resignada y conformista, acepta todo, jamás cambiará nada… No nos resignemos, entonces, eternamente, a la ignorancia y a la miseria, que nos condenan los chantas, los chorros y los vendedores de imagen y cortinas de humo, porque allí reside el gran negocio de ellos…  

El camino de la esperanza, frente a la obscuridad, la corrupción, la podredumbre moral, la descomposición, los curros, los afanos y, el enorme y gigantesco vacío de un país, sin presente, porvenir, salida ni destino, que nos arrastra a un tenebroso e inexorable abismo y, no nos conduce a ninguna, ninguna parte…

Hoy, más que nunca, alejándonos de la decadencia, la frivolidad y la pavada, el fracaso, la frustración, la incertidumbre, la zozobra, los pesares, la depresión y el desaliento, tenemos que encauzar y dirigir nuestra vida, a través del camino, el camino de la esperanza…

Hoy, más que nunca, dejando atrás el modelo de país y sociedad, que nivela e iguala permanentemente hacia abajo, con ignorancia, analfabetismo, marginación, empobrecimiento y miseria, tenemos que volver a transitar, el claro y luminoso camino de la esperanza…

Hoy, más que nunca, distanciándonos de los odios y rencores, las inútiles divisiones, las discordias y antagonismos, las estériles luchas, las mezquindades y egoísmos y, las viejas tristezas, dolientes melancolías y profundos sinsabores, tenemos que iniciar el recorrido del feliz y fraternal camino del amor, la hermandad, la unión y la esperanza…

Hoy, más que nunca, librándonos de los chantas, los chorros y los vulgares vendedores de imagen y cortinas de humo, quienes engrupen o embaucan diariamente a la gilada, con vanas palabras, actitudes engañosas y mentiras incesantes y repetidas, tenemos que elegir el camino de la verdad, el bien, los principios éticos y valores, la justicia, la honestidad, la educación, la cultura y la escuela del trabajo y, la tan promisoria y venturosa esperanza…

Hoy, más que nunca, lejos de esta Argentina del eterno y fatal círculo vicioso del siempre lo mismo y del más de lo mismo, para que jamás cambie nada, y todo prosiga igual o peor de lo que está, mientras van transcurriendo los días, las semanas, los meses y los años; tenemos que recuperar el camino de la fe, la alegría, el optimismo, la motivación, las mejores expectativas, las ilusiones y la mayor esperanza…

Hoy, más que nunca, sin los chantas, los chorros y los vulgares vendedores de imagen y cortinas de humo; sin la Argentina del siempre lo mismo y del más, más de lo mismo, y sin este círculo vicioso y nefasto, cuyo objetivo fundamental consiste, en que jamás cambie nada y, todo continúe igual o peor, peor de lo que está; tenemos que adquirir auténtica y genuina conciencia de la realidad circundante, e iniciar el camino de la azul y tan soñada esperanza… De lo contrario, seguiremos eternamente condenados, por tiempo indefinido, a esta Argentina del siempre lo mismo y del más, más de lo mismo… Los chantas, los chorros y los vulgares vendedores de imagen y cortinas de humo – en su mayor parte, confabulados o entongados entre ellos, para proteger y defender sus privilegios, prebendas, acomodos, impunidades judiciales, beneficios, enriquecimientos rápidos e ilícitos y, sus propios intereses personales -, carecen de toda voluntad o intención de cambio: su principal propósito, reside en no cambiar absolutamente nada, y que todo prosiga así, igual o peor de lo que está… No podemos aguardar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada, a fin de impedirlo; las cosas debemos juzgarlas y valorarlas, a la luz de sus resultados concretos y efectivos y, los hombres como los árboles, se conocen y aprecian por sus frutos…

Hoy, más que nunca, tenemos que volver al camino de la esperanza… Sin esto no ocurre, sencilla y simplemente, proseguiremos, por los siglos de los siglos, en este rumbo del país, que nivela e iguala hacia abajo, con ignorancia, empobrecimiento y miseria; el país, donde ganan los chantas, los chorros y los vendedores de imagen y cortinas de humo, de siempre, pero pierden los laburantes y, las personas buenas, nobles, decentes y honradas, que trabajan, luchan, sufren las crisis y ajustes, y abonan sus impuestos y cargas tributarias; el país a la deriva, sin presente, futuro, salida ni destino; el país, huérfano, vacío y falto de proyectos, ideales, pensamiento y contenido, que no nos lleva ni conduce a ninguna, ninguna parte…

Oración por un camino de esperanza, del procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.

Yo te bato, che, Dios, por un camino / de honradez, de justicia y de laburo, / con la guita y el morfi más seguro, / con amor más fratelo y bien genuino… / Yo te bato, che, Dios, por un destino, / sin afano, dolor y cielo obscuro, / donde pueda junarse un buen futuro, / y al final, salga un sol más argentino. / Yo te bato, che, Dios, por un sendero, / que nos llene los cuores y el balero, / de esa posta ilusión, que no se alcanza… / Y después de la cheno tormentosa, / encontremos – matina luminosa -, / un debute camino de esperanza.