LEYENDAS URBANAS, DE NUESTRA CIUDAD DE CHIVILCOY

LEYENDAS URBANAS, DE NUESTRA CIUDAD DE CHIVILCOY

noviembre 1, 2023 Desactivado Por archivol

EL FANTASMA DEL INSTITUTO HERMINIA CATALINA BRUMANA; LAS ALMA EN PENA Y LAS APARICIONES, DEL VIEJO CEMENTERIO Y, EL LOBIZÓN, DEL ALMACÉN “LA COLORADA”

En las páginas, recuerdos y memorias vecinales, de nuestra historia chivilcoyana, podemos encontrar algunas leyendas que, supieron extenderse y popularizarse, en épocas pasadas; suscitando y despertando, la atención y el interés de la gente, la cual, a través de la tradición y los testimonios orales, de muchas personas, del ayer lugareño, las fue divulgando o difundiendo, a lo largo de los años y el transcurso cronológico del tiempo. Leyendas de fantasmas, apariciones, almas en pena, luces malas y, temibles hombres lobos, que hubieron de circular, durante décadas, en el seno del ambiente pueblerino de Chivilcoy, y que hoy, ciertamente, han quedado en la sombra del olvido; aguardando, quizá, que algún curioso investigador, las rescate y las traiga, nuevamente, desde tanta lejanía, al momento presente y la actual realidad

EL FANTASMA DEL INSTITUTO HERMINIA BRUMANA

El 17 de mayo de 1953, se llevó a cabo la inauguración oficial, del Instituto de Niñas “Eva Perón”, ubicado sobre la avenida Calixto Calderón, de nuestra ciudad. Dicho Instituto, después de la denominada “Revolución Libertadora”, del mes de septiembre de 1955, que derrocó al gobierno justicialista, del general Juan Domingo Perón, se transformó en el Instituto de Niñas “Herminia Catalina Brumana”. Dicha denominación, le fue impuesta, el 9 de enero de 1958, como un reconocimiento y homenaje a la figura, de una singular y distinguida escritora, poetisa, historiadora y docente argentina, nacida en 1901 y fallecida en 1954, a los 53 años de edad. El citado Instituto, se hallaba, en un principio, bajo la órbita, de la Dirección de Minoridad, de la provincia de Buenos Aires, y en el mes de julio de 1979, durante la gestión del intendente municipal, ingeniero civil José María Ferro, fue transferido, juntamente con el Hogar Estudiantil “Ingeniero Joaquín J. Barneda” – inaugurado el 18 de abril de 1974 -, a la órbita de la comuna, de Chivilcoy. Durante varios años, corrió la versión de la existencia de un fantasma, en las instalaciones del Instituto; un fantasma que, transitaba por los pasillos e ingresaba a las habitaciones y a las salas, asustando y atemorizando, muchas veces, a las internas, allí, alojadas, porque se trataba, precisamente, de un Instituto de Niñas o un establecimiento de menores. Algunos, abiertamente, afirmaban haberlo visto, o escuchado, en horarios nocturnos, sus leves y casi imperceptibles pasos… Tal vez, afirmaban, otros, se trataba del fantasma, de la propia Herminia Catalina Brumana, que había llegado a Chivilcoy, pues la citada escritora, poetisa, historiadora y docente, no era oriunda, de nuestra ciudad. Muchos años más tarde, el Instituto “Herminia Catalina Brumana”, hubo de cerrar, definitivamente, sus puertas; habilitándose en ese lugar, el Centro Universitario Chivilcoy (CUCH), inaugurado, bajo la administración, del intendente municipal, Dr. Ariel Fabián Franetovich, el 6 de junio de 2009.

LAS APARICIONES Y ALMAS EN PENA, DEL VIEJO CEMENTERIO DE CHIVILCOY

En 1865, por una iniciativa, de la entonces Corporación Municipal – primer gobierno, de la comuna de Chivilcoy, conformado y constituido, el 25 de marzo de 1856 -, se construyó el viejo Cementerio, el cual, se encontraba situado, sobre la avenida Veintidós de Octubre, y calles aledañas, en la Sección Tercera, de nuestra ciudad. En dicha necrópolis, se podían observar, numerosas tumbas o sepulturas, en tierra; distintos pabellones de nichos y, hasta bóvedas familiares. El viejo Cementerio local, funcionó, durante casi tres décadas, de una forma ininterrumpida; efectuándose allí, las diferentes inhumaciones de difuntos. El 6 de noviembre de 1893, se procedió a la inauguración, del actual Cementerio Municipal, ubicado en la avenida de los Fundadores. Al habilitarse esa necrópolis, algunos de los cadáveres, inhumados en el viejo Cementerio, fueron trasladados al actual; pero muchos restos – especialmente, los que se hallaban sepultados en tierra -, permanecieron para siempre, en aquel lugar. Tanto es así que, al edificarse, en ese sector geográfico, en la década de 1960, el Barrio PYM (Provincia y Municipio) – inaugurado el 22 de octubre de 169); cuando se practicaron las excavaciones, para los cimientos de las futuras viviendas, salieron a luz, huesos, osamentas y restos humanos, de cadáveres, que no habían sido exhumados o extraídos, y seguían en el mismo sitio. En 1893, entonces, se inauguró el actual Cementerio Municipal, y se efectuó la clausura del viejo Cementerio, pero sus ruinas, continuaron durante casi cuarenta años, hasta principios de la década de 1930. Esas ruinas, del antiguo enterratorio, despertaron la curiosidad, la atracción y el interés, del vecindario y de la gente, y comenzaron a tejerse, a partir de allí, mitos y leyendas, de fantasmagóricas almas en pena, apariciones de espectros y extrañas luces malas, en medio de un clima de terror y enigmático misterio… Se afirmaba que, solían verse, horrendas, monstruosas y espeluznantes figuras, y se escuchaban, cavernosas y estremecedoras voces, de mortuoria y funérea ultratumba… Finalmente, las ruinas del viejo Cementerio de Chivilcoy, fueron removidas, hacia el año 1932, bajo la gestión del intendente municipal, Don Rafael Juan Falabella.

EL LOBIZÓN, DEL ALMACÉN “LA COLORADA”, EN LA ZONA DE MOQUEHUÁ, RAMÓN BIAUS Y HENRY BELL

El estudioso y destacado médico psiquiatra, escritor e investigador local, Dr. Guillermo Rodolfo Pinotti, en el capítulo XVII, de su libro “Historias y relatos de la vida de Chivilcoy”, editado hacia el mes de julio de 2020, se refiere a la leyenda de “El lobizón de Chivilcoy”, puntualizando que: “Cuenta una leyenda urbana que, el primer caso de “Hombre lobo” que se tenga registro en la Argentina, ocurrió en la ciudad de Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, en el almacén “La Colorada”, cuyo edificio aún se conserva en el camino que une Chivilcoy, con las localidades rurales de Moquehuá, Ramón Biaus y Henry Bell. Esto fue alrededor del año 1877”. El almacén “La Colorada”, se halla situada, en el Cuartel XIV, de nuestro distrito, junto a la Escuela primaria Nro. 36 “Bartolomé Mitre”, creada en 1905.  Dicho “Hombre lobo”, era un joven, de unos 19 años, séptimo hijo varón de una familia, que estuvo afincada, en aquella zona geográfica de campaña, y luego, a raíz de que, su hijo menor, en noches de luna llena, se transformaba o convertía en lobo, resolvió radicarse, en la provincia de Mendoza. Muchos años después, siendo un hombre ya adulto – casi un anciano -, el “Hombre lobo”, retornó a Chivilcoy, y se relacionó con varios pobladores del lugar; entre ellos, el siempre recordado peluquero de la localidad de Henry Bell, Don José Elías (1903 – 1991). En esas circunstancias, el “Hombre Lobo”, relató, personalmente, que hubo de convertirse en “Lobizón”, durante un lapso de más de tres años y, por último, logró quebrar el “maleficio”, al bautizarse en siete templos o iglesias, de acuerdo con el rito de la liturgia católica. El Dr. Guillermo Alejandro Pinotti, culminó su narración, subrayando que: “Circunstanciales y curiosos visitantes, merodean la esquina del almacén “La Colorada”, las noches de luna llena, esperando el aullido del espíritu del hombre lobo, que muchos aseguran, que regresó para quedarse”.

Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano. Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.