Una estampa fotográfica del legendario “Lago de las Rosas”
Nació por una iniciativa del vecino local Pascual Mármora, en la década de 1910.
Se hallaba situado en la zona geográfica de la avenida Dr. Antonio De Tomaso.
Durante muchos años, constituyó un rincón o espacio de recreación y esparcimiento, para el vecindario y nuestra sociedad chivilcoyana.
A través de una antigua, curiosa y casi única estampa fotográfica, recordamos ahora, el legendario y memorable “Lago de las Rosas”, un romántico y casi mágico rincón o espacio público de recreación y esparcimiento, para nuestro vecindario y toda la sociedad chivilcoyana de la época. Este lago artificial, había nacido por la insólita y singular iniciativa del vecino Pascual Mármora, en la década de 1910, quien concibió la inusitada y atrayente idea y, poco después, de una manera empeñosa y ejecutiva, rápidamente, la llevó a práctica. En breve tiempo, se efectuaron los trabajos de conformación del cautivante lago, y poco después se inauguró dicha obra, la cual, pronto concibió la particular atención, el asombro y las expectativas de la gente, que comenzó a concurrir al lugar, de un modo bastante nutrido; en particular durante tantas soleadas e inolvidables tardes domingueras. El mítico “Lago de las Rosas”, se encuentra situado, desde el ángulo geográfico, en la zona de la avenida Dr. Antonio De Tomaso.
El inspirado y talentoso poeta, escritor y periodista chivilcoyano, Francisco Ernesto Palmentieri (1907 – 1933), en una sabrosa e ilustrativa crónica de su autoría, publicada en las páginas del semanario gráfico, social y literario “Notas”, en 1931, evocaba con profundo sentimiento de nostalgia, al “Lago de las Rosas” que, en aquel momento, se hallaba totalmente abandonado y desértico, muy lejos del especial encanto, el bello colorido, el maravilloso embeleso y, el brillante esplendor pasado.
Francisco Ernesto Palmentieri, quien, solía firmar sus textos y composiciones, utilizando el seudónimo literario de Ernesto Palmas, revivía la etapa de gloria, del “Lago de las Rosas”, donde podían observarse distintos botes, para surcar las aguas – siendo el júbilo y la delicia de los visitantes -; como, asimismo, la presencia de la banda del maestro italiano Cándido Morábito, que ofrecía sus retretas o funciones musicales, alegrando y amenizando, con metálicos y vibrantes acordes y, rítmicos y melodiosos compases, esas hermosas e imborrables horas de domingo.
Nosotros, mediante esta vieja y entrañable foto – seguramente, el único testimonio gráfico, que aún se conserva -, rememoramos ahora, a un legendario paseo público, de nuestra vasta y rica historia chivilcoyana: “El Lago de las Rosas”. Y acaso, algún dulce y lejano perfume de aquellas flores, llegue ahora, dulce, tenue y suavemente, hasta la voz del recuerdo, de nuestros días.
Procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano.
Germán Carlos Nicolini, máster en P. C. e Informática, secretario del Archivo Literario Municipal.