Plegaria navideña por la Patria
En esta nueva celebración navideña, todos juntos, unidos y de rodillas, frente al dulce y enternecedor pesebre del divino niño, Redentor y Salvador del mundo, elevamos ahora, una sentida y emocionada plegaria, por la Patria nuestra…
Una plegaria, por la recuperación de los principios y los valores morales, la justicia, la verdad, la honestidad, la educación, el respeto y, la cultura del trabajo…
Una plegaria, por la paz, exenta de antinomias, odios, enconos y rencores, el amor, sin mezquindades ni egoísmos, la sana y espontánea alegría del corazón, las floridas y fragantes ilusiones del alma y, la efectiva reconciliación de la gente y los argentinos…
Una plegaria, por las mayores motivaciones y expectativas, la visión de futuro, el progreso, el crecimiento y, el auspicioso y promisorio desarrollo…
Una plegaria, por un proyecto de país, el entusiasmo emprendedor y realizador, el esfuerzo mancomunado, el gesto comprometido y solidario, la tenaz y sostenida lucha diaria y, el bienestar general y colectivo…
Una plegaria, para que el divino niño, Redentor y Salvador del mundo, nos proteja y ampare, ante los escollos, las angustias y sufrimientos, los fracasos y frustraciones, los sinsabores y adversidades…
Una plegaria, por un presente dichoso, digno de ser vivido y, un porvenir de sueños y esperanza…, esa esperanza que, es la misma estrella navideña de Belén, la cual, hoy llegó, brillante y esplendorosa, para iluminar la noche de todos los argentinos…
Plegaria navideña por la Patria, del procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilcoyano, y miembro correspondiente de la Academia Porteña del Lunfardo.
En esta Navidad – chamuyo ufano -, / te bato, che, mi Dios, como argentino, / por la Patria pulenta y su camino / de honda lucha y jotraba cotidiano. / Te bato por el morfi más cercano, / el amor más debute y cristalino; / la alegría chipola y un destino, / bajo el tan lungo auxilio de mano… / Te bato por la unión de cada día, / el abrazo más forte de un gomía, / la honradez y un cachito de enseñanza… / Y danos, che, mi Dios, junto al laburo, / una Patria fetén, de gran futuro, / con un sol navideño de esperanza.