Una mujer excepcional: Aída Doyle de Burguburu
El 30 de diciembre, del pasado año del 2015, a la avanzada edad de 95 años, se apagó la existencia de Aída Esther Juana Doyle de Burguburu, y desaparecía con ella, una mujer verdaderamente excepcional y admirable, que en todos los momentos de su vida, se caracterizó por sus numerosas y apreciables inquietudes comunitarias, sus múltiples y magníficos proyectos, su extraordinaria y firme laboriosidad y, su actitud solidaria y generosa. Nacida en 1920, era docente especializada en psicopedagogía, y promovió, entre otras valiosas iniciativas, la fundación de la Escuela Superior de Servicio Social, creada el 23 de abril de 1966; el Centro “Florencio Varela”, el grupo de Alcohólicos Anónimos (AL-ANON); el barrio de autoconstrucción “Cooperativa de viviendas Barrio Sur”; la ampliación de la red de agua corriente, en la zona de la populosa barriada Sur; el Consejo Vecinal de Sociedades de Fomento; la Comisión Municipal de Educación Física, Deportes y Recreación; la inauguración del parque infantil “Martín Miguel de Güemes”, el 25 de octubre 1980; la habilitación del Centro de Recreo “Patio de mi ciudad”; la reestructuración del Hogar “Herminia C. Brumana” y del Instituto “Ing. Agr. Joaquín J. Barneda”; la colaboración permanente, con distintas instituciones de bien público, de nuestra ciudad: abono de pensiones graciables, ayuda a discapacitados, atención a diversas necesidades socioeconómicas, etc. Fue presidenta, durante muchas décadas, de una ardua tarea, de la Asociación para el Trabajo Social, y asimismo, representante legal de la Escuela Superior de Servicio Social. Bajo la gestión municipal del Ing. José María Ferro, se desempeñó como secretaría del área de Bienestar Social, de la comuna; volcando allí, toda su gran capacidad, su infatigable tarea y su intensa voluntad realizadora. Sin dudas, Aída Doyle de Burguburu, fue un aleccionador y hermoso ejemplo de trabajo, pujanza, empeño e integridad moral, siempre al servicio del vecindario y de nuestra comunidad.