El 28 de febrero de 1932, asumió como intendente municipal de Chivilcoy, Don Rafael Juan Falabella, quien recibió la comuna, de manos del entonces comisionado interino, procurador Agustín E. Fernández, y rigió los destinos de nuestra ciudad, hasta el 1 de enero de 1934, cuando lo substituyó el nuevo jefe comunal, Don Ángel San Romé. Falabella, llevó a cabo una administración austera y empeñosa, con una particular contracción hacia el trabajo y una serie de obras edilicias. Con posterioridad, fue otra vez, intendente municipal de Chivilcoy, desde el 1 de enero de 1936, hasta el 20 de febrero de 1938, cuando le entregó el gobierno comunal, a Don Generoso Fernando Falivene.