El 1 de enero de 1924, asumió como intendente municipal de Chivilcoy, en reemplazo de Don Enrique Gerónimo Taramasco, Don Sebastián M. Berrondo, un conocido y popularizado dirigente político del radicalismo, y genuino y prestigioso caudillo, de la zona geográfica, de la localidad de campaña, de San Sebastián; quien hubo de regir los destinos institucionales, de nuestra ciudad, hasta el 1 de enero de 1926, cuando lo substituyó en el cargo, Don José Schiaffino. Descendiente de vascos, radicados en nuestra región del oeste bonaerense, bajo su gestión, tenaz y emprendedora, demostró una especial preocupación gubernativa, y una gran atención, hacia los caminos rurales del distrito. Fue así que, en aquella época, se nivelaron y abovedaron, aquellos caminos, por entonces, verdaderamente, intransitables, y se construyeron numerosas alcantarillas; resolviendo, de ese modo, un grave problema, que databa, de hacía muchos años, sin resolución positiva alguna. El 4 de julio de 1930, Don Sebastián M. Berrondo, se hizo cargo, otra vez, del Departamento Ejecutivo de la comuna, tras la renuncia del intendente municipal, Don Juan Manuel Oteiza, y gobernó Chivilcoy, hasta el 18 de septiembre, de ese mismo año. En esa fecha, hubo de asumir, como comisionado municipal, de Chivilcoy, el médico, docente y hombre público local, Dr. Pedro J. Uslenghi, a raíz del primer golpe de estado, que conoció nuestro país: La Revolución del 6 de septiembre de 1930, encabezada por el teniente general José Félix Uriburu.
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